capítulo 13

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El invierno persistía. La nieve caía lentamente ante mis ojos a través del cristal. Dentro del auto, Johan, quien conducía, había guardado silencio durante todo el recorrido. Por mi parte, tras lo sucedido en la bodega, tenía un nudo en la garganta. Vi cómo dos personas murieron ante mí y estuve a punto de herir a alguien, aunque es evidente que ese alguien no está totalmente cuerdo.

-Lamento que hayas tenido que ver eso, Gray- mencionó Johan, tratando de romper el silencio.

-No pasa nada... Supongo que es una de las cosas que veré con frecuencia aquí- mi voz temblaba, no sabía qué responder además de lo obvio. Estar en Draakalp significa que conforme mis trabajos aumenten, empezaré a ver cada vez más el lado más oscuro de la organización y la cara más aterradora de las personas avariciosas, o rostros llenos de perversión como el de Axel. Estando aquí, no estaré seguro en ningún momento, incluso estoy ganando enemigos dentro de la misma organización. Pero, ¿por qué? O aún más importante, ¿a qué se debe esa obsesión de Johan por dejarme en su organización? Sus acciones desde que lo conocí han sido un completo misterio que, a pesar del paso del tiempo, no lograba comprender.

-Sé que aún eres joven, solo trata de no pensar mucho en eso. A veces es difícil de procesar, pero con el tiempo te acostumbras- mencionó Johan mientras observaba con atención el camino al conducir.

-Ya lo dije... No pasa nada, no es como si no hubiera visto personas morir antes- respondí mientras observaba el gélido y pálido paisaje coloreado por la nieve.

-A pesar de haberte salvado hace unos meses, aún no te atreves a contarme nada de tu pasado. Incluso tu nombre es algo que desconozco. Sé que a veces te preocupa que yo sea misterioso, sin embargo, no te has puesto a pensar que tú también lo eres, incluso más que yo-. Detuvo el auto en un restaurante de comidas rápidas y se giró para observarme. No sabía qué responder; simplemente tenía razón. No he logrado contar nada de mi pasado ni a él ni a Zoe, a pesar de haberme recibido como parte de su familia. De cierto modo, me acostumbré a no ser nadie en la vida de nadie, ese sentimiento tomó mi identidad y la arrastró a una laguna de angustia desde hace muchos años. Prefería no ser nadie, alguien sin pasado, sin presente ni futuro. Tal vez así... no dolería tanto.

-Si no quieres hablar, te entiendo. Aún eres un niño, pero... La muerte es algo completamente normal. Es lo más puro y natural que le puede suceder a una persona. ¿Sabes? Siempre he pensado que la muerte es la única forma de encontrar paz en este mundo. Pasamos toda la vida buscando algo que solo la muerte nos puede brindar. Es curioso que lo más cercano a la tranquilidad anhelada sea la muerte-. ¿Qué es eso? ¿Acaso... la voz de Johan suena con tono decaído? Más que eso, es como si estuviera triste o nostálgico. Era la primera vez que lo veía de esta forma. ¿Acaso está abriendo de alguna forma sus sentimientos ante mí?

Escuchar este tono de voz de Johan me hizo levantar la cabeza y mirarlo fijamente. -Si crees que la muerte es la única forma de encontrar tranquilidad... ¿Por qué me salvaste ese día? No quiero sonar como un mal agradecido, pero sinceramente, hubiera preferido morir en ese callejón. Tal vez así habría dejado de causar problemas hace mucho-. El ambiente se sentía extraño. Hace tiempo no entablaba una conversación mínimamente personal con alguien. Era inquietante, pero no podía detenerme.

-Las razones no importan. No te salvé por pensar en tu bienestar. La verdad lo hice por razones egoístas. Solo puedo decir... que de alguna forma me recuerdas a él-. ¿A quién se refiere? -¿A él?-, pregunté mientras Johan empezaba a ponerse su capucha y agachaba su mirada.

-Verás, la familia Maho estaba conformada por un total de 4 hermanos, 2 mujeres y 2 hombres. El otro hombre de la familia era un chico más o menos de tu edad, aunque un poco mayor. Yo mismo me encargué de criarlo desde antes de que pudiera siquiera hablar por sí solo...

-... Cuando Draakalp se fundó como organización, él estuvo ahí y decidió unirse a pesar de su corta edad. No quería ponerlo en peligro, sin embargo, tenía la cualidad de ser alguien que no le temía a nada. Era solo un niño y aún así era más valiente que yo. La primera vez que vio morir a alguien, creí que lo impactaría a tal punto de enloquecer, pero... Por alguna razón, parecía disfrutarlo. Un niño... mi hermano... era incluso más frío que yo. Empecé a temer de lo que él pudiera hacer, y lo que era aún peor... no podía alejarlo de este estilo de vida con tanta facilidad. Ese mismo orgullo y cariño con el que lo vi crecer me impedía hacer algo por miedo a lastimarlo. Pero un día pasó lo inevitable, debido a un ajuste de cuentas, ciertas personas provocaron un accidente intencionado contra el auto donde nos encontramos mi hermano y yo, y...-. Escuché cómo apretaba sus dientes con tristeza y odio mientras su voz empezaba a flaquear y trataba de continuar la charla.

-... Tras el impacto del auto, perdí el conocimiento. Al despertar, me encontraba totalmente desconcertado. Incluso tenía algunos huesos rotos... Pero no me importó. Todo se nubló cuando, al observar atentamente, no logré ver a mi hermano por ningún lugar. Desde ese accidente, no volví a saber de él. No sé si está muerto, o si sigo guardando esperanza en que esté vivo. Por eso te digo, la muerte es la única tranquilidad. Si hubiera muerto ese día, no me culparía a cada instante de lo que sucedió... La verdad, la incertidumbre es algo que tortura el alma de un desgraciado como yo de la peor manera posible-. Sus ojos se cristalizaron. Estaba a punto de romper en llanto. Incluso mordía su propia lengua con tal de ocultar el obvio dolor que recordar esto le provocaba. Un sujeto que acababa de matar a dos personas hace poco menos de una hora estaba a punto de quebrarse ante la mirada de un niño como yo, alguien que acababa de mencionar que la muerte era algo natural, lamenta una pérdida. Aunque era evidente el porqué lo afectaba de tal manera. La esperanza, suele ser, en la mayoría de los casos, la tortura más infernal que puede experimentar un ser humano.

Tablero de grises tinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora