-¿Qué haces aquí afuera, niño? La subasta es adentro- preguntó el guardia al verme reposado y de brazos cruzados al lado de la puerta del lugar donde se realizaban las subastas.
-Mi jefe me ordenó que lo esperara aquí mientras terminaba la subasta. Dijo que no le estorbara- el guardia me observó con sospecha y continuó recorriendo los pasillos. A estas alturas, Axel ya debe estar molesto porque no aparezco. Podría matar dos pájaros de un tiro haciendo que se meta en un lío con Johan mientras yo sigo con mi plan.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por Vicent y Erick, los cuales salieron del lugar hablando de negocios y otras cosas. -Bueno, esto es mejor de lo que esperaba- dije para mí mismo mientras volteaba a observarlos, los cuales al darse cuenta de mi presencia me preguntaron.
-¿Qué haces aquí afuera, niño? ¿Y tu jefe?- la pregunta venía de Vicent.
-Mi jefe está adentro, dijo que no quería que interfiriera, así que lo estoy esperando aquí- Erick me observó con inocencia.
-¿Quién es tu jefe?- preguntó mientras realizaba una pausa para responder. Axel es conocido por pocos. Si digo que él es mi jefe, sonará absurdo. Debo hacer que esto se vea creíble.
-No me tiene permitido dar información sobre él. No quiero que se enoje conmigo y me golpee como la otra vez- obviamente, esto era mentira, aunque de igual manera no me importaba meterlo en un problema por esto. Lo tiene bien merecido por enfermo.
Erick miró a Vicent con algo de preocupación, mientras este solo se encogió de hombros y dijo -no sé qué te sorprende, topo. Sabes bien que en esta ciudad los niños que las organizaciones recogen suelen ser tratados de formas inhumanas por muchas personas del alto mando- soltó humo de su cigarro mientras le daba uno a Erick.
-Eso lo sé. También tengo algunas personas bastante jóvenes dentro de mi organización, pero en lo que a mí respecta, el trato que algunos líderes les dan a sus miembros es de lo peor, más aún si se trata de un niño- dijo Erick mientras encendía su cigarro.
-Sueles ser muy compasivo, topo. Por culpa de eso, recuerda que tu rostro se hizo público hace un tiempo. Trata de no dejar que tus emociones interfieran en tu trabajo. Eres bueno en lo que haces- dijo el anciano mientras terminaba de fumar y lanzaba la colilla del cigarro al mar -no interfieras en asuntos de otras organizaciones o pandillas. No queremos armar un alboroto en este lugar solo por un niño. Te conozco muy bien, topo, pero por esta ocasión, olvida tus principios- Erick no mencionó nada más y ambos ingresaron nuevamente al lugar.
Me resulta bastante interesante que el líder de una organización tan conocida como la 648 sea visto como una persona compasiva por otros criminales. Creí que todos eran como Johan o, en el peor de los casos, algo similar a Axel, pero según lo dicho por el mismo Vicent, este sujeto suele ser alguien confiado. Lo cual me resulta perfecto. Infiltrarme dentro de la 648 me ayudaría a ganar algo de reconocimiento por parte de Johan, así al menos sería de mayor utilidad. Tras unos minutos más de espera, pude escuchar cómo las subastas habían culminado y todas las personas empezaron a salir del lugar. Ahora vendría una parte desagradable del plan: volver a verle la cara a Axel. Y como era de esperarse, caminaba con paso frustrado e iracundo.
Antes de que pudiera siquiera reaccionar, me tomó del cuello y me estrelló contra la pared -¿se puede saber dónde carajos estabas metido? Si el jefe se llega a enojar por hacer un mal movimiento de dinero, será todo tu culpa, enano- su respiración estaba agitada, y sentirla tan cerca me resultaba asqueroso, así que de un fuerte empujón lo aparté.
-Manten tus asquerosas manos apartadas, depravado de mierda- le dije mientras sobaba mi cuello. A pesar de ser alguien débil como mencionó Johan, no es como si yo tuviera demasiada ventaja. -Si no puedes mover dinero en unas subastas por ti solo, con razón al jefe le das lo mismo. Eres fácilmente reemplazable dentro de la organización. Solo recuerda lo que él dijo: le soy más útil yo, que solo soy un niño, que un maldito enfermo como tú- mencioné mientras solo veía cómo la ira se desbordaba en él. Era más que obvio que mis palabras afectaron directamente su ego. La única razón por la que seguía vivo, era su padre y eso él lo sabía perfectamente.
-¡Enano estúpido!- se acercó rápidamente en un impulso de enojo y me dio un fuerte golpe en las costillas con un gran maletín donde al parecer traía todo el dinero utilizado en las subastas.
Tras el golpe, caí al suelo retorciéndome de dolor. Carajo... Quizás esto se me salga de las manos... El golpe me dejó sin aire, mientras solo escuchaba los pasos de Axel acercándose y los murmullos de otras personas que veían lo que ocurría sin interferir. Después de todo, nadie quiere meterse en los asuntos de otra organización.
-¿Te crees especial solo porque el jefe te lo ha dicho? No eres más que un pedazo de basura que él recogió. No eres nada importante en este lugar. No eres nadie- mientras decía esto, empezó a patearme estando en el suelo, e inesperadamente, una carcajada demencial se escuchó de su parte.
-Sería muy fácil para mí matarte ahora mismo, si no fuera porque eres el juguete mimado del jefe. Ahora mismo, te mataría y te lanzaría al mar, maldito mocoso- sonaba eufórico al golpearme. No cabe duda de que es un enfermo que disfruta con el dolor de mujeres y niños. ¿Dónde carajos se metieron los guardias? Esperaba que esto se detuviera pronto. El impacto de sus zapatos en mi cuerpo me recordó el día en que Johan me recogió en el callejón, donde fui golpeado múltiples veces por los sujetos de la panadería. Maldición. ¿Dónde están los guardias?
Repentinamente, escuché un fuerte golpe que fue dirigido a la mandíbula de Axel. ¿Quién fue? ¿Un guardia? No... Un guardia lo detendría, pero no lo golpearía. ¿Quién fue?
-Oye, niño, levántate, ¿te encuentras bien?- sentí como alguien me ayudaba a levantar.
-Mira si eres testarudo. Te dije que no interfirieras con otras organizaciones. Al parecer, hacer las cosas bien en tu trabajo no es tu estilo, topo- mencionó Vicent mientras pude notar cómo era Erick quien me ayudaba a levantar.
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Tablero de grises tinieblas
Mystery / Thriller¿Guardas esperanza? Que contradictorio ¿no lo crees? La esperanza puede ser aveces el mayor consuelo de un futuro renovado, pero a su vez, hace el pasar de los minutos una angustia incesante, bienvenido al irracional e injusto juego de ajedrez al qu...