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Una semana después, el vestuario volvió a llenarse de risas y celebraciones después de que el equipo de Dayana ganara el torneo final de voleibol de otoño. Las chicas intercambiaron abrazos y felicitaciones antes de salir a festejar con sus familiares fuera de los vestidores, mientras Dayana esperaba dentro, sabiendo que su novia iría a verla.
—¡Day! Fuiste la reina de la cancha hoy. —Sofía se acercó corriendo a ella para abrazarla y saludarla con un beso.
Dayana le correspondió, sosteniéndola por la cintura—. Bueno, tener un buen equipo ayuda.
—Pero tú eres la estrella —dijo sobre los labios de su novia, dejando que su tono de voz se volviera más sugerente— y eso merece un premio, ¿no crees?
Dayana levantó una ceja, intrigada. —¿Qué tipo de premio?
Sofía rio con picardía. —Algo especial. ¿Te gustaría ir a cenar a mi casa para celebrar? Mamá no estará esta semana.
Dayana fingió pensarlo, poniendo una mano en su barbilla de manera teatral. —Hmm, suena tentador.
Sofía se acercó un poco más, susurrando como si no estuvieran solas—. ¿Entonces vas a mi casa mañana? Yo me encargo de todo lo demás.
La coquetería desapareció por completo del rostro de la rubia, siendo intercambiada por una expresión de culpabilidad.
—Uh, no puedo mañana, acabo de quedar con Ana para festejar.
—Oh, claro. Entiendo. —Sofía intentó ocultar su decepción con una sonrisa forzada.
Dayana notó la expresión de Sofía y se apresuró a agregar—. Pero podría ser el lunes o cuando quieras, no quisiera perdérmelo.
— No creo, este lunes estaré muy ocupada con la universidad. ¿El martes?
Dayana buscó una excusa que no fuera lo que tenía en mente, pero no encontró nada—. Es que los martes veo Buffy con Ana —pronunció las palabras, pero la sinceridad en su voz solo empeoró las cosas. Sofía se apartó de ella con una mirada seria.
—¿Sabes? Mejor olvídalo, ya haremos algo cuando estés disponible.
Dayana intentó detenerla—. Sof...
—Dile a Clara que me fui a la casa, por favor. — Sofía cortó la conversación, dando por terminada la posibilidad de la cita y dejando a Dayana con un nudo en el estómago.
Sofía se dio la vuelta, evitando el contacto visual, y Dayana quedó allí, sintiéndose incómoda y culpable. Miró cómo Sofía se alejaba, y un nudo se formó en su estómago. Sabía que había herido los sentimientos de su novia, pero no podía cancelar los planes con Ana, acababan de reconciliarse.
—¡Capi, vamos! El entrenador nos va a llevar a comer y logramos que invitara a Beto. —dijo Clara entrando a los vestidores, emocionada hasta que se dio cuenta de la tensión en el ambiente—. ¿Todo bien?
