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Faith llegó de su paseó con Dayana, confundida, frustrada y lista para desahogarse con su prima—. I don't understand her. —No la entiendo.
—¿A quién? —preguntó Ana, levantando una ceja con curiosidad.
—Dayana. ¿Ella siempre es tan… confusing?
—Confusa —corrigió—. Y no, es bastante fácil de entender.
—Entonces yo soy idiota.
Ana rio—. Un poco, pero no sé si tenga que ver. Dime qué pasó.
—Okay, uhm, estábamos caminando, riendo, hasta fuimos por un café. Estábamos pasándola bien. Anyway, me llevó a un mirador, ¡tuve que escalar a hill! Solo acepté porque me pareció súper romántico lo del mirador, entonces cuando estuvimos allí intenté besarla —la sonrisa divertida de Ana se borró, mientras un escalofrío recorría su cuerpo— ¡y ella se movió y fingió haberse tropezado!
Ana frunció el ceño, tratando de contener sus ganas de sonreír—. Eso suena... extraño.
—¡Exacto! ¿Quién hace eso? —exclamó Faith, agitando las manos en frustración.
Ana suspiró, tratando de encontrar una explicación válida para su mejor amiga que no fuera a delatarlas—. Tal vez se sintió incómoda o simplemente no estaba lista para ese paso.
Faith bufó con incredulidad—. Pero ha coqueteado conmigo toda la semana, ¡incluso me invitó a esa salida! No tiene sentido.
Ana asintió lentamente—. Sí... no lo tiene.
Mientras Faith intentaba hallar una explicación al comportamiento de Dayana, esta llegó a su casa con una expresión pensativa en el rostro que tuvo que relajarse al ver a su hermano en la sala.
—¡Hey! Llegaste de tu cita —dijo Eduardo con un tono de voz divertido, el rostro de Dayana se tornó pálido.
—¿De qué hablas? Solo salí con la prima de Ana.
—Ajá —respondió el hermano de Dayana, estirando la última vocal. Su tono de voz sugerente, poniendo nerviosa a su hermana—. A Ben se le salió decirme que a Faith le gustan las mujeres. Es tan divertido.
—¿Te parece divertido que le gusten las mujeres? ¿Es un fetiche tuyo o algo así? —respondió Dayana, tratando de mantener la calma mientras sus nervios se agitaban.
Eduardo dejó salir una risa sarcástica—. Me parece divertido que hayas tenido una cita con una lesbiana.
—No fue una cita.
—¿No? Apuesto a que intentó besarte —Rio. Dayana apretó los puños para liberar tensión—. Por dios, tanto tiempo preocupándome de que Beto fuera a engañarte con otra mujer ¡y al final tú lo engañaste con una mujer!
Dayana se sintió incómoda ante la burla de su hermano, su rostro adquirió una expresión de molestia mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para responder.
