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¿Vale la pena desgastarse?

Chapter 3

El sonido que se esparcía a medida que intentaba escurrirse entre el campo me irritaba, me irritaba mucho

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El sonido que se esparcía a medida que intentaba escurrirse entre el campo me irritaba, me irritaba mucho. A decir verdad, la sola presencia de ella me molestaba sin alguna razón. Su sonrisa cuando trataba de hablar de algo aparentemente divertido, la forma en cómo reía y el sonido que hacía con su boca al terminar de reír; su simple voz que me aturdía; cuando colocaba sus manos en sus mejillas al sentirse sonrojada, y la manera en que suspiraba al terminar de divertirse.

La detestaba. Aunque no entendía el porqué.
Todas las noches que pasaron mientras fingía no caer en cuenta las veces que ella hacía de las suyas. Y no porque quería dejarla que hiciera lo que deseaba, sino porque no quería delatarla. No era tan egoísta como para hacerlo.

Por aquello tomaba el turno de la noche y fingía no tener el conocimiento de sus escabullidas nocturnas con Jake; y porque era divertido verla esconderse, lo acepto. Parecían tener una linda amistad cuando compartían esos veinte minutos que quedaba entre una guardia y otra. Veinte minutos antes de que el reloj marque las diez.

Y seguramente estaba yendo en contra de las reglas, seguramente todo se saldría de las manos. Quise detenerlo desde el principio, negándome, pero no sirvió de nada, siempre hallaban el modo de volverse a encontrar. Al igual que dos cargas que, a simple vista, parecían ser de signos diferentes; atrayéndose entre sí y volviendo al inicio.

Me equivoqué.

Un error en la operación, una falla al momento de emplear la fórmula. O simplemente evadí el hecho de que ella era la carga de signo positivo al igual que Jake.
No pude notarlo hasta después, en el instante que las cosas comenzaron a complicarse para ambos, al igual que un bucle sinfín que comenzaba a fastidiar. O la simple consecuencia de perder electrones, convirtiéndose en iones positivos.

Pero me dediqué a ignorarlo, tal cual lo había hecho anteriormente, pensando que tendrían solución.

Noté que no era la decisión correcta cuando las horas pasaron y Jake aún no aparecía para el cambio de guardia. Era raro, nunca había tardado tanto alguna vez; peor si se trataba de Miller. Y así pasaron más minutos a la medida de mi desesperación. Caminando por toda la habitación, escuchando mi respiración y el sonido de las hojas crujir a través de la ventana.

Mi desesperación aumentó cuando la recordé. Habían pasado alrededor de cuarenta minutos desde que, se suponía, ella lo estaría esperando. Volví a girar en dirección al reloj... Ella no seguiría ahí, ¿o sí? No, no había forma. Ella no era ingenua para quedarse esperándolo; no mientras estaba sola y hacía demasiado frío como para pasar horas... o eso creía.

Eché un suspiro y entrelacé mis dedos por detrás de mi cuello, llevando mi cabeza hacia atrás y volver a suspirar. Volví a verlo, el vaivén del péndulo del reloj que me comenzaba a marear.

• 𝗧𝗵𝗮𝘁 𝘄𝗮𝗿 𝗼𝗳 𝗼𝘂𝗿𝘀 〢 𝗣𝗮𝗿𝗸 𝗦𝘂𝗻𝗴𝗵𝗼𝗼𝗻 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora