𝐒𝐇 || Era 1950 en Corea del Norte cuando Sun-hee fue llevada a un campo de concentración. Allí conoce el amor enamorándose del enemigo, un soldado surcoreano.
Decidí desearte, decidí mirarte, decidí amarte aún cuando sabía cuál sería nuestro final...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La misma vieja melodía que marcaba el paso de aquella carretera solitaria, creaba nostalgia y coloreaba cada uno de los sentidos de un dolido corazón. La misma melodía que escuché por años, todo con tal de opacar el sentimiento que causaba tu ausencia, tus caricias que endulzaban mi alma, y esa maravillosa sonrisa que me dejaba en el aire.
Rodando por distintas direcciones mientras sentía el viento deshacer mis tantas lágrimas, aquellas que se quedaron en blanco por todo lo que vivimos, por todo lo que dejamos de vivir. Lo efímero que fue nuestro amor y lo duradero que es el sentimiento de extrañarte. Es injusto. Injusto que el destino fue lo que nos ganó, injusto porque fue más fuerte que lo nuestro.
Y por aquello me perderé en el paisaje; rodaré por la carretera hasta perderme en el atardecer que visitó mi vista, hasta perderme en lo celeste del cielo y, bajar a lo café de un tronco de cualquier árbol. Café, porque de ese color fueron tus ojos.
Rodaré hasta no sentirme vacío y me perderé hasta tratar de volver a encontrarte. Gritaré tu nombre para que me escuches, lo haré tan alto para olvidarte, para quemar los tantos recuerdos que me quedan intactos, para destruir las promesas reproducidas con eco de mi cabeza; para superarte. Lo gritaré hasta que te hartes y me lleves contigo, insistiré para que me respondas.
¡Lo sé! Sé que no puedes responderme. Lo sé tan bien... Así como también sé que no puedo bajarte de tu paraíso-aunque a veces me gusta pensar que me escuchas-y, que todo lo que te he dicho en estos años no ha sido en vano.
Y sí, fue miserable para ambos. Por aquello te sentencio como culpable; así que baja y llévate mi dolor, llévate mi corazón si es posible. Bésame como solías hacerlo. Ven y abraza este sentimiento, destruye todo lo que quieras de mí. Llévate todo contigo y no me dejes sin ti te lo imploro.
Te invito a una vida en la que podamos vivir los dos sin tanto sufrimiento, te invito a que me vuelvas a tener como me tuviste en aquellos días.
Te invito a una vida menos dolorosa y con un final alternativo, amor.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
