Para este capítulo a música escolhida é Stars - Simply Red🎶🎶🎶
Rector: Querida, esto es todo por hoy, suerte. - Sacó una cajita con los nombres de los regalos y la agitó. Sacó un papel y se lo dio a Eduardo.
Eduardo: Smith, Julia Ibañez.
Eduardo descolgó y leyó el nombre de Julia una vez más, como estaba distraída hablando con Cristina, no se dio cuenta de que la habían llamado por su nombre.
Pedro: Acá-dijo cogiendo a Julia del brazo y haciendo que se levantara sin entender lo que estaba pasando.
A Julia no le gustaba que la gente la mirara, se puso roja y miró a Cris, que le hizo un gesto para que mirara al profesor.
Rector: Suba jovencita, ha sido elegida para ser ayudante del profesor Gibbs. - bajó, sintiendo como todos los ojos del auditorio la miraban fijamente. Se sentía atrapada y lo único que quería era salir corriendo de allí.
Cuando Julia llegó al atril del rector, éste la saludó y luego le entregó un formulario.
Rector: Rellénelo y entrégueselo a la profesora Nayane en el despacho académico, ella le dará más instrucciones.
Julia: Gracias profesor, será un honor ser la ayudante del profesor Gibbs. - la miró con interés y admiración, era hermosa, aún más hermosa de cerca.
Eduardo: Felicidades. - dijo levantándose y yendo a su encuentro. - Será un placer tenerte como compañera y ayudante.
Rector: Ahora el último. - volvió a agitar la bolsa y le pidió a Julia que sacara el otro nombre. Ella lo hizo y se lo entregó al profesor Gibbs.
Eduardo: Cooper, Adrian. - oyeron un grito del público que indicaba la felicidad del nuevo asistente.
Tras el final, los nuevos asistentes se quedaron con Eduardo para programar sus primeras citas y sincronizar sus agendas para que nada fallara.
Cooper e Ibáñez siguieron rellenando los formularios, eran muy importantes para la beca de doctorado que recibirían al finalizar el programa, pero ella estaba más interesada en informarse sobre el programa de Matemáticas de las Estrellas, incluso estaba pensando en que fuera uno de los temas de su tesis de máster.
Cuando terminaron, Nayane les entregó sus nuevas tarjetas de acceso a ambos, quienes se asombraron de que tendrían acceso al ala privada de la biblioteca de la universidad.
Nay: Te lo explicaré sólo una vez. Esta tarjeta es intransferible, si la pierdes o te la roban, tienes que avisarme inmediatamente, y si otras personas la usan con tu consentimiento, el castigo será una explosión sin derecho a nada. Lo he dejado claro.
Ellos: Sí, sí, señora. - Cuando salieron de la habitación de la profesora Nayane, a la que llamaban en los pasillos "La guardiana de los Inmortales", cuidaba más la zona privada de la biblioteca de la universidad que los bibliotecarios que allí trabajaban.
Cooper estaba tan contento que no dijo ni una palabra mientras caminaba junto a Julia, que ni siquiera prestaba atención a lo que decía, sólo quería encontrarse con sus amigos y tomarse un buen café. Se despidieron y cada uno siguió su camino.
Julia estaba de pie en la entrada principal del Queen Mary, donde había quedado con Pedro y Cristina, pero no estaban allí. Llevaba esperando unos veinte minutos, dados los dos, cuando alguien la llamó.
Eduardo: Hola, señorita Smith.
Julia: Hola señor, puede llamarme Julia, solo Julia.
Eduardo: OK, Julia. Pero entonces llámame Eduardo, no señor, me hace parecer mayor de lo que ya soy. - sonrió avergonzada. - ¿Te traigo un café?
Julia: Estoy es... Yo lo cojo. - hizo un gesto con la mano en dirección al café que había al final de la calle. Por el camino envió un mensaje a Cris.
📲"¿Dónde estás? Estoy en el café con el profesor Gibbs. Hasta luego. Bjs"
Los dos llegaron a la cafetería, Julia y Eduardo se sentaron al fondo, lejos de miradas indiscretas, él solo quería tomar un café con su nueva ayudante.
Eduardo: Que te pareció la conferencia, te vi, o mejor dicho tus ojos al terminar, son hermosos, como dos estrellas.
Julia: Me ha encantado la conferencia, me encantan las estrellas y me encantan los matemáticos, estaba con mis amigos, que deberían estar aquí, pero no sé dónde se han metido. - Habló rápidamente, desviando el tema de sus ojos, le había dado vergüenza que fuera tan recta.
Eduardo: Ah sí, los vi a tu lado. Bueno, el café está bien, pero tengo tiempo en el observatorio. Que pases una buena tarde, Julia. - paga su café y se va, cuando se detiene en medio del café, coge una flor del arreglo que hay en una de las mesas y vuelve a mirarla.
Julia: ¿Se le ha olvidado algo, profesor?
Eduardo: ¿Sabes cómo nace una estrella, Julia? - le sonríe encantadoramente con una flor roja en las manos, la deja sobre la mesa y le guiña un ojo, luego vuelve hacia la puerta.
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Recuerdos de un amor eterno - en español 🆗🔚⭐️
RomanceRecuerdos de un amor eterno traducción Vamos por otra traducción, vamos juntos en esta historia reviviendo emociones con esta traducción.