Cassiopeia

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Se detuvo y la miró a sus hermosos ojos verdes, y al ver los celos, respiró hondo y la besó con nostalgia en medio del patio central de la universidad.

Estudiantes: Aeeeee. - Todos allí aplaudían, Julia se avergonzó y escondió al resto.

Julia: Vámonos de aquí Eduardo.

Eduardo: Tranquila, solo fue un beso. - la cogió de la mano y se fueron.Los dos fueron a comer, el restaurante era acogedor y reservado, durante la conversación Eduardo empezó a sentir que le venían dolores de cabeza, cada vez eran más constantes, le ponía irritable, pero su tratamiento estaba haciendo efecto.

Julia: Eduardo, amor. - ella le tocó la mano, él estaba lejos. - Eduardo, hola, contéstame.

Eduardo: Hola, estoy aquí.

Julia: Que te pasa, estas pálido, tienes los ojos rojos, te he estado llamando y no me has contestado.

Eduardo: Creo que es mejor que regresemos, necesito descansar.

Julia: Eduardo, ¿qué pasa? A la vuelta de Kent me pediste que te llevara, quejándote varias veces de dolores de cabeza.

Eduardo: Es mi migraña, se me pasará pronto. Estoy bien mi amor, estoy bien.

Terminaron de almorzar, luego Eduardo se fue a su casa, no estaba lo suficientemente bien como para quedarse en la Universidad, ese día solo atendería a alumnos individuales y de investigación. La secretaria de licenciatura llamó a los alumnos y canceló sus citas, luego le dijo a Nayane que el profesor Gibbs no estaría en la universidad. Nayane pensó que era raro, pero no dijo nada. Gibbs no era de los que reprogramaban sus citas con los estudiantes, así que pensó que estaría con Julia.

Julia: Buenas tardes, profesora, tengo que dejarle aquí este papeleo.

Nayane: Hola, señorita Ibáñez.

Julia: Sólo Julia, profesora. - le sonrió afectuosamente.

Nayane: Muy bien, Julia, creí que estabas con Gibbs.

Julia: Se ha ido a casa, tenía que adelantar cosas. Pero cenaremos juntos, ¿quieres que lleve algún mensaje o documento?

Nayane: No, gracias. Gracias por los documentos. Los enviaré al departamento general de másteres y licenciaturas. - se levantó y saludó a Julia, que se marchó.

Julia volvió al colegio La Salle, donde tenía clase de refuerzo esa tarde. Nada más entrar en el colegio, Pedro la estaba observando, Julia era una persona cordial, saludaba a todo el mundo, desde el conserje a la limpiadora, desde el jardinero al vigilante de seguridad, siempre era así, cordial y servicial con todo el mundo. No hacía distinción de cargos, desde el portero hasta el decano. Pedro la miró con enfado mientras ella no le dirigió la palabra en todo el fin de semana, ni respondió a sus mensajes cuando Julia entró en la sala de profesores para preparar el material para la clase. Y un rato después sintió un apretón en el brazo.

Pedro: ¿Puedes explicarme por qué no contestas al móvil ni respondes a mis mensajes?

Julia: Primero suéltame Pedro, estábamos en un lugar público y estábamos trabajando. - ella le soltó el brazo. - Segundo, no te debo ninguna información sobre mi vida privada, somos amigos y compañeros de trabajo, nada más. ¡Y Cristina y John me contaron lo que hiciste!

Se apartó de ella, estaba enfadado, se pasaba las manos por el pelo y se paseaba de un lado a otro, poniendo nerviosa a Julia por la situación.

Pedro: Solo quería saber si estabas bien. - Dijo con dureza. - Solo estoy pendiente de ti Julia, sabes que me importas.

Julia: Pedro, somos amigos, eso es todo, me gustas como amigo, no quiero ni tendré nada contigo que no sea amistad, si eso no te basta, creo que solo deberíamos tener algo profesional, como profesora y director. Y si eso se interpone, dimitiré y me iré a otro colegio.

Pedro: ¡No! -dijo, casi gritando-. - No puedes dejar el colegio en mitad del curso y, además, los alumnos van bien desde que te encargaste de las clases de matemáticas. Me ausentaré, pero no abandones el colegio.

Julia asintió y lo vio salir del aula, era una situación muy incómoda para ella. Al salir de clase, Cristina la esperaba en la puerta del colegio.

Cris: ¿A qué viene esa cara?

Júlia: Otra vez Pedro.

Cris: Sí, sólo que me pareció más obsesivo que las otras veces, John me llamó, me contó lo que había hecho.

Júlia: Sí, se está poniendo enfermo. Pero hoy le he dicho que si no quiere mi amistad, no le voy a dar más que eso, y me voy del colegio.

Cris: Está muy obsesionado contigo,  pero dejémonos de malos rollos y cuéntamelo todo sobre tu fin de semana... ¿Me vas a decir quién es?

Júlia: Mi fin de semana ha sido precioso, es perfecto y creo que me encanta. Te lo voy a enseñar, esta noche cenamos los tres en casa.

Cris: July, ¿cómo que le quieres? Lo conociste ayer, bueno creo que lo conoces desde hace años, ¿lo conoces? ¿Le conozco?

Júlia: Deprisa, sí, lo conozco desde hace tiempo, pero no como lo conozco ahora.

Las dos se fueron a casa de Júlia, la conversación estuvo llena de risas y bromas, Cristina estaba emocionada por ir al mejor hospital de Estados Unidos para tratar el cáncer y por supuesto había preparado la cena.

Las dos se fueron a casa de Júlia, la conversación estuvo llena de risas y bromas, Cristina estaba emocionada por ir al mejor hospital de Estados Unidos para tratar el cáncer y por supuesto había preparado la cena

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En cierto hospital...

Doctor: Gibbs, creo que lo llamaremos Casiopea, tu tumor está en tres puntos diferentes, es como la constelación de Casiopea, de los cinco puntos del tumor, con el tratamiento ya se han eliminado tres, los dos que quedan.

Eduardo: Pero lo que me queda en la cabeza, ¿qué son las risas? He estado teniendo demasiados dolores de cabeza, el dolor es fuerte y hasta el punto de perder el conocimiento. Así ha sido este fin de semana.

Doctor: Tu tumor es de nivel 2, ya hemos hecho la quimio, ahora vamos a hacer la radioterapia, puedo reservar las sesiones.

Eduardo: Si no lo hago, ¿qué posibilidades tengo?

Doctor: Si no sigues el tratamiento, no hay posibilidades. Eduardo: Si no quieres hacerte el tratamiento, mejor que te dediques a tus asuntos personales y profesionales, porque te he dado un año de vida.

Eduardo bajó la cabeza, no quería someterse al tratamiento más agresivo, pero tampoco quería morir.

Eduardo bajó la cabeza, no quería someterse al tratamiento más agresivo, pero tampoco quería morir

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Recuerdos de un amor eterno - en español 🆗🔚⭐️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora