Además de estrellas...

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El tema musical de este capítulo es: Paulina Goto - Llévame Despacio.

Esa misma tarde, Eduardo estaba en el observatorio cuando oyó que alguien se acercaba, ella no pudo resistirse a ir a ver al profesor, o mejor dicho, fue a ver a Eduardo, él estaba tumbado bajo el telescopio gigante, cuando oyó una voz sensual que le llamaba.

XX: Eduardo.

Eduardo: Buenas noches Julia, no te esperaba aquí esta noche. Aún no he hecho tu agenda, ¿necesitas algo? - preguntó, pero sentía algo diferente al tenerla allí, tan cerca de él.

Julia: Lo sé, por eso he venido, ¡primero quería ver las estrellas! - ella sonrió y supo que era más que una profesora y asistente. - Siempre haces eso, quedarte aquí después... pues claro que sí, la noche tiene estrellas... se rió y bajó la mirada, pero luego la levantó y lo miró fijamente, que sonreía encantadoramente.

Eduardo: Pues sí, suelo quedarme aquí por la noche. - la miró con admiración y encanto. - Venga, hoy vamos a ver más allá de las estrellas. - sonrió con esa sonrisa más que encantadora, una sonrisa enigmática. - Me gusta observar las estrellas en las noches despejadas. Pero hoy tenemos un planeta que puedes ver. - él la sujeta del hombro, en ese momento una corriente eléctrica los atraviesa, pero Júlia se ha ido a hacer otra cosa.

Julia: Eduardo, qué bonita invitación. Pero en realidad he venido para dejar de ser tu ayudante. - ella suspira y le mira. - ¡No puedo quedarme!

Eduardo: ¿Qué? No, Julia, no. - se acerca más a ella.

Julia: No puedo quedarme, me atraes y no es ético, Eduardo. Sé que está mal, y no quiero salir lastimada, y si me quedo eso es lo que pasará, porque sé que nada pasará entre nosotros. - ella era realmente sincera.

Eduardo: Ah Julia, y me gustas desde que nuestras miradas se cruzaron en aquella conferencia. No puedo explicarlo, pero siento algo más... ¡te deseo! - la cogió por la cintura y la besó despacio, con calma, saboreando su boca como si fuera el elixir más raro del mundo.

El beso se hizo más intenso, Eduardo la levantó y Julia entrelazó sus piernas en las de él, y comenzó a caminar, besándola sobre su regazo, hasta su habitación en el observatorio

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El beso se hizo más intenso, Eduardo la levantó y Julia entrelazó sus piernas en las de él, y comenzó a caminar, besándola sobre su regazo, hasta su habitación en el observatorio. Cerró la puerta con el pie y se sentó en el sofá, dejando que ella se sentara en su regazo.

Julia: Este será mi error más placentero. - Ella le mordió los labios y él sonrió con impaciencia, sintiendo cómo su cuerpo reaccionaba al de ella. De la nada, ella se levantó, se apartó de sus brazos, lo miró y dio un suspiro triste, dejándolo perplejo. - Soy un tonto, lo siento, profesor, esto no puede pasar.

Julia salía precipitadamente de su habitación cuando, en medio del pasillo principal del observatorio, él, mareado por su reacción, corrió hacia ella.

Recuerdos de un amor eterno - en español 🆗🔚⭐️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora