Recuerdos de un amor eterno - en español 🆗🔚⭐️

La playa

¡¡¡Hola, ya estamos aquí con otro capítulo, espero que os guste!!!

Para Jazmin1509, JazminGutierrezUrrut, barbaritagiselle

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Julia: Todo esto es una locura, Eduardo, voy a ser tu asistente, tu ayudante.

Eduardo: Si, deliciosa locura, y no solo serás mi asistente, serás mi esposa. - ella levantó la cabeza para mirarlo, quien sonrió y la besó, el beso fue caliente, intenso, su noche fue amor, pasión, sexo hasta el día siguiente, cuando no aguantaron más y se fueron a dormir después de una maratón sexual que no habían tenido en años.

Era sábado, así que tocaba planificar el día. Eduardo se despertó y ella dormía maravillosamente en sus brazos, con la pierna apoyada en su cadera. Eduardo se movió un poco, estaba excitado, algo habitual en los hombres por la mañana.

Eduardo: Julia, necesito ir al baño, sí.

Julia: Hmm, no se está bien aquí, estás caliente, me has estado calentando toda la noche.

Eduardo: Julia, realmente necesito ir o puedes ayudarme. - ella le dio la espalda y le sacó el culo, sonrió y él no se lo pensó dos veces, la hizo ponerse boca abajo y la penetró magistralmente. - Ahhhh, esto es demasiado bueno. - se movía dentro y fuera de ella.

Júlia: Ahhhhhhhh, así, vamos a pasar el día en la cama. Que rico.

Eduardo: Quiero salir contigo, eres una mujer deliciosa.

Eduardo sabía como darle placer a una mujer, empujaba dentro y fuera de ella hasta que llegaron al clímax, Julia sintió miel entre sus piernas y volvió en sí. Lo había hecho dentro de ella cada vez, respiró hondo y se fue a la ducha, Eduardo la siguió justo detrás.

Eduardo: ¿Qué pasa mi amor, hice algo que no te gustó? Te levantaste rápido de la cama y ni siquiera me llamaste para ducharte.

Julia: Te pedí que no lo hizera de dentro de mí. Y no lo hiciste.

Eduardo: Julia, se me olvidaba, lo siento, ¿estás enojada conmigo?

Julia: No Eduardo, enojada no, pero creo que voy a tener que ir a la farmacia a comprar alguna medicina, estoy ardiendo. - ella sonrió y le abrazó. - Lo haremos aquí en el baño, pero tenemos que hacerlo despacio.

Eduardo la sujetó por los muslos y se deslizó dentro de ella con facilidad, estaba mojada, y se quedaron allí amándose. Luego se cambiaron y Julia preparó el desayuno, mientras comían Eduardo la miraba con cariño.

Eduardo: Julia, cariño, ¿vamos a mi casa en la playa? Quiero conocerte mejor, ¿te parece?

Julia: Vamos, tengo que volver mañana por la tarde, tengo exámenes que corregir. - la cogió de la mano y tiró de ella para que se sentara en su regazo. - Me estás mimando, Eduardo. - Ella le besó.

Eduardo: Quiero y puedo. Julia, esta noche ha sido la primera de muchas. No quiero ser un hombre más en tu vida, quiero ser EL hombre de tu vida. ¿Me dejas?

Julia: Creo que ya lo es. Cuando fui al observatorio, sabía lo que quería, me sentí atraída por ti desde la conferencia. Y sí, eres el hombre de mi vida. - ella le abrazó y su beso se hizo intenso, él la hizo sentarse frente a él con las piernas a ambos lados.