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Narra Mikey:

Hoy tuvimos un entrenamiento muy duro. El Sensei dijo que teníamos que trabajar arduamente si queríamos ser unos excelentes ninjas. Comencé llevándole gran ventaja a mis hermanos ya que tengo una buena resistencia física. Todo estaba bien, hasta que el Sensei dijo que íbamos a pelear en parejas. Esto es lo que más disgusto debido a que no soy un buen peleador.

Me pusieron de pareja a Leonardo y , por lo tanto, Donnie se enfrentaría a Rapha.

Empecé con una buena ventaja hasta que Leo hizo un movimiento rápido y me derribó.

- Por eso nunca te desconcentres, pequeñín- dijo Leo.

En cuanto a Rapha y Donnie, el ganador fue Dee , sorprendentemente.

Luego de eso fui a mi cuarto, a leer unos cómics.

Narra Rapha:

Otra vez la misma pesadilla: La muerte de mis hermanos.

Desde que nos enfrentamos a los Kraangs ( donde casi pierdo a Leo) no hay noche en la que deje de soñar con que vendrán de nuevo y nos matarán. Lo peor es que parece muy real y me despierto a media noche, sudando, y no vuelvo a dormir. Será por eso que me están apareciendo ojeras,  que seguro, serán motivo de burlas por parte de Leo . 

En mis sueño, yo trato de defender a mis hermanos de esos monstruos pero todo es inútil: terminan matándonos. Yo jamás voy a dejar que le pase algo malo a mis hermanos, pues ese es mi trabajo de hermano mayor.

En la mañana tuvimos entrenamiento y me tocó enfrentarme a Donnie. Él me venció. No había dormido bien y por ello no tenía fuerzas. Apenas acabó el entrenamiento , me dirigí a mi habitación para descansar. 

- ¿Qué te pasó hoy, grandote?- dijo Leo en tono burlón.

- Nada. Solo estoy cansado.- contesté.

- Se nota que no has dormido bien.- habló Mikey, señalando mis ojeras.

- Si, pero estoy bien- dije antes de cerrar la puerta de mi dormitorio.

Tal vez podría dormir un poco.  Por la noche tendríamos patrullaje.

Narrador omnisciente:

Leo se había sorprendido por las ojeras de su hermano. "¿Por qué no estaría durmiendo bien?" se preguntaba. El  ánimo de la tortuga mordedora no era bueno, se le veía cansado, casi no hablaba y se quedaba semi-dormido en el desayuno. 

Por su lado, Donatello estaba en su laboratorio tratando de inventar algún arma extra tecnológica que podrían usar. El ver el futuro apocalíptico le hizo ver que no contaba con la tecnología necesaria para defenderse. Se pasaba casi todas las tardes encerrado en su laboratorio y no comería... si no fuera que Mikey le avisara de la cena.

Nunca seré suficienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora