Nunca seré suficiente

Cita (Raphanardo)

Narrador

Es un nuevo día para nuestro cuarteto de tortugas. Todos se sientan a desayunar, junto a Splinter, quien regresó de su "visita" a Draxum.

-Y... ¿Cómo te fue con tu "visita" ( hace comillas con los dedos) a Draxum? - preguntó Leo, chismoso.

-Bien, azul.(se sonroja leve) Hum, ¿Cómo han estado ustedes ? Que raro que la casa no se incendió o algo parecido.- respondió Splinter.

-No pasó nada en particular- contestó Mikey, con una sonrisa inocente // Dato: está sentado junto a Donnie// .

-Digamos que sólo Mikey se escapó de las alcantarillas, eso es todo- dijo Leo, para luego seguir comiendo su cereal.

-¡Heyyy!- exclamó Mikey- ¿Dónde quedó el trato de no decir nada?

-Estoy cumpliendo mi trabajo de hermano mayor - dijo el de bandana azul.

-Entonces por qué no le dices a papá que saliste con Rapha a la Ciudad Oculta- dijo Donnie, con una sonrisa sarcástica.

Leo  primero miró a su gemelo con una mirada fulminante y luego  miró a Rapha y este se sonrojó leve.

-Bueno, pero miren que lindo está clima ¿No creen?- dijo Raph, nervioso, tratando de evadir el tema. 

-Rapha, estamos bajo la superficie. Además, hay truenos.- habló Donnie.

Leo llevó su mano a la sien.

Luego de eso, toda la familia se levantó de la mesa. Mikey se dirigió a la cocina para lavar los platos, al igual que Donnie, sólo que este quería decirle algo al de anaranjado. Splinter se fue a la sala a ver su novela. De esta manera, las tortugas de máscaras azul y rojo se quedaron solas.

-Rapha, eh, ¿Te acuerdas lo que dijiste ayer? Ya sabes, sobre lo de salir.- preguntó algo avergonzado, Leo.

-Sí lo recuerdo. ¿Te parece esta noche? A las 10 PM.

-Está bien.

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Finalmente, es la hora. Rapha se encuentra en la sala esperando a Leo, quien estaba completamente nervioso pues tenía algo guardado para Rapha. Llevó un  objeto en una bolsa y salió.

-¿Qué llevas ahí? (señala la bolsa)- preguntó Rapha.

-Oh, nada. Es una sorpresa. 

-Niños ¿A dónde van?- preguntó su padre, en la puerta de la entrada de las alcantarillas.

-Vamos a salir, a la cuidad. - contestó Leo.

-Queremos pasar un tiempo juntos (abraza a Leo del hombro)- dijo Raph.

-¿Ok? Pero pensé que... olvídenlo, cuídense- dijo Splinter, para después irse.

Un leve rubor apareció en las mejillas de la tortuga de orejas rojas tras el contacto físico que tuvo con Rapha.

Comenzaron a correr por todos los tejados de las casa, en una fría y oscura noche de Nueva York.  Permanecían entre las sombras para evitar ser vistos.

Por último, se detuvieron en el edificio más alto de la ciudad. 

-Fue una buena carrera- dijo el mayor, tratando de recuperar el aliento.

-Parece que te haz cansado, necesitas mejorar tu resistencia Raphie- dijo el contrario, con una sonrisa, tratando también de  respirar.

Una vez recuperado el aire, el menor del dúo se acerca a su contrario y le dice: