Cala
La mañana siguiente se me hace un poco pesada, Lidia se encuentra deprimida y por mucho que lo intente, no logro que se alegre un poco.
Decido quedarme toda la mañana con ella, por lo que nos pasamos toda la mañana viendo películas románticas y tristes. Por la tarde, decido sacarla de su estado de una vez por todas, así que le doy un ultimátum.
- Suficiente, no puedes seguir así Lidia, tu estado es deplorable. Llevamos toda la mañana sentadas, comiendo helado y llorando por unos personajes ficticios. - digo cruzándome de brazos. - Está bien que te compadezcas, que llores y que estés triste, pero ya es suficiente. Sé que es un golpe bajo, pero Lidia, si de verdad quieres adoptar a esa niña, no puedes derrumbarte ante el primer contratiempo. Serás su madre y una madre no puede derrumbarse a la primera de cambio, delante de sus hijos. Así que levántate y cámbiate porque tú y yo nos vamos al centro comercial.
- Cala, gracias. - dice antes de desaparecer por la escalera, rumbo a mi habitación. Hoy tendré que ser generosa y dejarle mi ropa, solo espero que me la devuelva.
Se cambia enseguida y después subo yo a asearme. Mientras lo hago, me preparo mentalmente para pasar horas y horas comprando ropa, no es que me queje, pero después siempre acaban doliéndome las piernas.
Subimos a mi coche y conduzco yo, decido darle el día libre a Matt, también tiene derecho a descansar. Una vez llegamos al centro comercial, aparco en el parking de este y luego salimos sonriéndonos, está claro que hoy va a ser un día largo.
Nos recorremos todas las tiendas y en más de una ocasión, nos toca volver al coche para dejar bolsas, ya que nos molestan. Aunque en las que más nos paramos, son en las de niños, donde Lidia arrasa con muchas prendas de niña de 4 años.
La veo mejor, más entusiasmada, como si supiera que le van a dar luz verde y van a aprobar los trámites de adopción. Me siento contenta por ella, porque sé que adora a esa niña y ver la ilusión que le hace comprarle tantas cosas, solo hace que se me llene el corazón de sentimiento.
Tanto Lidia como yo, siempre hemos querido ser madres, pero ella no puede hacerlo de forma natural, ya que es estéril, así que sus únicas opciones eran adoptar o conseguir que una mujer aceptara fecundar uno de sus óvulos con su ADN y el de Marco. Ver como el sueño de tu mejor amiga está a punto de hacerse realidad, es un sentimiento de felicidad pura.
Cuando la noche cae, decido dejar a Lidia en su casa y ayudarla a subir las bolsas. Cuando bajamos por las últimas dos, la moto de Marco aparece en nuestro campo de visión y antes de que mi amiga desaparezca por las escaleras de su edificio, la freno.
- Tenéis que hablar y lo sabes muy bien, Lidia. - digo antes de meterme en el coche y ver como se acerca a paso lento hacia su prometido.
Vuelvo a casa y ceno con una película de fondo, con una sensación de tranquilidad que no había sentido desde hace mucho. Me tumbo en el sofá y decido darme un espacio para mí misma, ya que desde que volví no he tenido muchos.
En ese tiempo, dejo de preocuparme por la situación en la que se encuentra mi matrimonio, en cuanto de mierda estoy por dentro y todas las heridas que están de lo más frescas. En como me he perdido a mí misma durante 3 años y lo mucho que me falta para encontrarme bien de nuevo. Solo me permito estar en paz y desconectar de todo, sintiéndome algo vacía por dentro, pero bien con la tranquilidad en la que estoy envuelta.
Poco después me quedo dormida y doy por cerrado un día en el que por momentos me ha tocado sacar a la Cala que había antes con su mejor amiga.Verdugo
Camino a paso firme por la calle, cruzando al otro lado sin importarme si me atropellan o no, porque la verdad es que no me importa en absoluto. Entro al edificio abandona y dejo que la oscuridad me envuelva.

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El regreso
Fiksi RemajaUn secuestro que les cambió la vida. Él pensaba que ella estaba muerta. Ella solo quiere cobrar venganza. ¿Volverán a ser los que se amaron en el pasado?