Mi burbuja explosiva | Saiki Kusuo × Oc

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El recuerdo siempre volvía a la mente de Hiromi y Saiki en los momentos más inesperados, como una escena grabada en la dulzura de su memoria.

Era un día común en el arcade, pero se había convertido en algo especial.

Hiromi estaba absorta frente a una máquina de peluches. Su mirada estaba fija en una gelatina de café, un modelo tan peculiar que apenas había uno disponible. La chica había gastado ya varias monedas, pero no pensaba rendirse; ese peluche era para Saiki.

Cada vez que fallaba, su expresión cambiaba: ceño fruncido, labios apretados, una mezcla de frustración y terquedad que Saiki observaba a unos pasos de distancia.

Mientras ella seguía luchando, algo llamó la atención de Saiki. A lo lejos, en otra máquina, un peluche brillaba bajo las luces del arcade. Sin pensarlo demasiado, se dirigió hacia allí, metió unas monedas y lo intentó.

El primer intento falló, y por un instante, casi usó sus poderes para asegurar la victoria. Pero justo cuando se decidió a hacerlo, escuchó a Hiromi gritar, frustrada por otro fallo. Eso lo hizo sonreír.

"Es tan torpe", pensó mientras agitaba la cabeza. Guardó sus poderes y decidió intentar de nuevo, confiando esta vez en sus habilidades normales. Tras tres intentos más, el peluche cayó al hueco. Al tomarlo en sus manos, una sonrisa leve y sincera se dibujó en su rostro. Imaginó la reacción de Hiromi, y la idea lo hizo sentirse extrañamente satisfecho. Guardó el peluche tras su espalda y volvió hacia donde ella seguía concentrada.

Hiromi, ajena a su presencia, fruncía el ceño con determinación. Saiki la observó en silencio, atento a cada uno de sus gestos, incluso notando cómo sus pensamientos se volvían cada vez más bajos, casi imperceptibles. Fue entonces cuando la máquina emitió un fuerte sonido y una voz artificial exclamó: "¡Winner!".

—¡Lo hice! —gritó Hiromi, levantando el peluche en el aire como si fuera un trofeo.

Se giró hacia Saiki, sus ojos brillaban con orgullo y una sonrisa dulce adornaba su rostro.

—Toma, es para ti, antenitas —dijo, extendiéndole el peluche de gelatina—. Una rica gelatina de café, y cada que veas este peluche, pensarás en mí.

Saiki tomó el peluche con una leve sonrisa y lo miró de reojo. Antes de que pudiera decir algo, Hiromi recogió su maleta y le dio un toque ligero en el hombro.

—Vámonos a casa, Ku.

Saiki, aún sosteniendo el peluche de la gelatina de café, miró hacia otro lado, sintiendo el calor en sus mejillas. Entonces extendió el peluche que había ganado para ella, poniendo con suavidad a "Burbuja" en las manos de Hiromi.

—Es para ti, burbuja idiota. —murmuró, sin mirarla directamente—. Ya es tarde, camina.

Se adelantó unos pasos, tratando de mantener la compostura. Pero Hiromi se quedó mirando el peluche con sorpresa y con sus mejillas enrojecidas. Al reconocer al personaje, una risa llena de ternura escapó de sus labios. Era Burbuja de Las Chicas Superpoderosas, un detalle que no esperaba de Saiki.

—¡Eres el mejor, mi antenitas! —canturreó con un tono juguetón, corriendo tras él.

Saiki no respondió, pero esa pequeña sonrisa, tan rara en él, volvió a aparecer por un instante mientras caminaban juntos hacia casa.

La muerte siempre traen los mejores recuerdos de aquellas personas que partieron en este mundo... Al menos, eso es lo que Hiromi pensaba al sentirse en el paraíso de los recuerdos felices.

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Hola, Hola Hiromi parece sentirse en las nubes ¿no? JAJAJA que irónico, me pregunto por qué :)

Aprovecho también este pequeño espacio para promocionar una historia de Naruto×oc que se encuentra disponible en mi perfil, agradecería un montón si vas a verlo, quien sabe y te llegue a gustar la historia.

Por favor, no se olviden de darle a la estrellita si les gustó y de seguirme y recomendar la historia para que tenga más reconocimiento, gracias <3

Me despido de todos ustedes mis lectores favoritos, ¡ADIÓS!

YUMI