Está aquí

11 2 17
                                    

Estoy sentado en las escaleras del sótano, mi tío Gyan da vueltas sin parar alrededor de la habitación desde hace media hora, no falta mucho para que se maree

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estoy sentado en las escaleras del sótano, mi tío Gyan da vueltas sin parar alrededor de la habitación desde hace media hora, no falta mucho para que se maree.

—De acuerdo, si doy otra vuelta voy a vomitar —exclama deteniéndose en seco.

—Tío —llamo y él me mira —¿Cuánto tiempo llevamos aquí?

—Según mis cálculos, una semana —responde —¿Por qué?

—Eso quiere decir que hoy es… ¿Miércoles? —pregunto pensando.

—O martes, no estoy muy seguro la verdad —admite mi tío —¿Por qué?

—Porque estaba pensando… Irina habla con su madre todos los fines de semana —comento, mi tío me da una mirada preocupada pero me indica que continúe —Si su madre es… tu amiga, creo que ya sabe que algo malo le pasó a su hija

—Sí… me imaginé que dirías eso —murmura mi tío —Eso me preocupa mucho, pero no es como que tenga alguna forma de arreglarlo o evitarlo

—¿Ahora si es una buena opción noquearla y salir corriendo?

—No podemos hacer eso Karim —repone mi tío risueño —Además, está furiosa, ahorita es peor idea

—Ese es un buen punto —admito acostándome en el escalón —¿Qué hora es?

—No lo sé, tal vez como las 5 de la tarde, ¿por qué?

—¡Estoy aburrido! —reclamo golpeando mi cabeza contra la escalera —Ya no sé llevamos aquí demasiado tiempo y no hemos hecho nada más que lo de tu tonto telescopio

—Oye, tienes derecho a estar frustrado pero tranquilo, ya saldremos de aquí

—¿Seguro? —cuestiono incorporándome para verlo de frente con ilusión.

—No —admite mi tío bajando la mirada decepcionado.

Lo miro un momento, noto la tristeza y la desesperación en su mirada y postura, pienso un momento y sonrío suavemente.

—Tu poder te permitía atravesar paredes, ¿no? —pregunto, él me mira y ríe con nostalgia.

—Sí, me permitía desaparecer y atravesar paredes… me permitía escapar

—¿Cómo era?

—¿Qué?

—La sensación, el poder

—Para una persona con ansiedad era… liberador saber que podía escapar del lugar en cualquier momento

—Pero… ¿qué se sentía? ¿Cómo era… saberte invisible, atravesar muros?

—Saberte invisible era divertido… y raro, te daba esa libertad de explotar y mostrarte, pero sabiendo que iban a ignorarte, como lo hacían comúnmente conmigo igualmente

INMORALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora