¿Quién es ella?

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Cuando da la noche ya estoy de vuelta en casa, pasé la tarde con Xander y con mi tía Xitlali.

—Ya llegué —anuncio entrando a casa.

—Hola hijo —saluda Irán desde la cocina con una sonrisa —¿Ya estás mejor?

—Sí pa —acepto dándole una sonrisa —¿Dónde está papá?

—En el trabajo todavía —responde simple y yo asiento —Llega cómo en una hora, ¿lo vas a esperar?

—No creo, tengo examen —alego con una mueca y me encojo de hombros.

—Claro —acepta Irán asintiendo —¿Cenaste con tu tía?

—Sí

—De acuerdo hijo, ¿ya te vas a dormir? —pregunta saliendo de la cocina.

—Voy a mi cuarto —respondo serio —Pero tal vez ya no salga

—Buenas noches entonces —se despide acercándose a darme un abrazo.

—Buenas noches, pá —contesto recibiendo el abrazo.

Me dirijo hacia la ventana para tomar mi mochila que está ahí recargada, debajo de la pequeña mesa que ahí se encuentra, sin embargo, al tomarla veo en la mesa una imagen digital que no había visto antes.

Me acerco para ver mejor; en el proyector digital se ve una foto de dos chicos, deben tener unos 12 o 13 años.

—Pa —llamo confundido sin apartar la vista de la imagen.

—¿Qué pasa hijo? —pregunta mi padre acercándose.

Con cuidado tomo el proyector por las orillas para no apagarlo y se lo muestro, mi papá se queda de pie serio viendo la imagen.

—¿Quiénes son ellos? —interrogo frunciendo el ceño.

—El chico es tu padre —responde mirando la foto y yo la giro sorprendido.

En la foto, el chico tiene una mueca asustada, las manos cruzadas tímidamente sobre su pecho y la vista algo gacha; lleva puesta una chamarra tipo impermeable negra, pantalón de mezclilla suelto del mismo tono y el cabello negro y quebradizo un poco despeinado; en su rostro hay un par de horribles y grandes lentes cuadrados.

—No hay modo que ese sea mi padre —reclamo viendo a Irán —No se parecen

—Solo es la ropa, mira

Irán se va por el pasillo para buscar algo y yo sigo revisando la foto, si lo analizo el chico si tiene rasgos como los de Marcos, los lunares, la forma de la cara, la forma quebradiza del cabello, pero no podía creer que fueran la misma persona.

Mi papá vuelve con un álbum digital en manos y me lo enseña, dejo el proyector con cuidado en la mesa y me acerco; papá abre el álbum y busca entre las fotos que aparecen en la primera página hasta dar con una, la abre y me la muestra.

Una versión jovén de Marcos me ve desde el álbum, una pequeña sonrisa nerviosa está presente en su rostro y sostiene con sus manos las correas de su mochila, lleva puesto una chamarra y un pantalón de mezclilla del mismo tono azul y una playera blanca.

—Ese sí es mi padre —replico haciendo que Irán suelte una carcajada.

—Hay dos o tres años de diferencia entre ambas fotos —menciona Irán y lo veo incrédulo.

—¡Una persona no puede cambiar tanto en tres años! —grito incrédulo e Irán se encoge de hombros —¿Por qué papá vestía así?

—Según él y tu tía Zoraya, porque era muy tímido e inseguro —explica mi papá —Usaba ropa holgada para no sentirse observado, pero si te das cuenta, igual está combinada

Miro la foto y río asintiendo.

—Cierto, pero… —me interrumpo aún algo escéptico —¡Estaba despeinado!

—Sí lo sé —admite Irán riendo —Es algo que en un día normal he visto dos veces solamente

—¿Cuándo? —inquiero interesado.

—Cuando me mudé con él —ennumera mi papá —Era como la una de la tarde y él seguía despeinado y en pijama

Suelto una carcajada al oír eso, ver a Marcos despeinado es algo que definitivamente está en mi lista de cosas que debo ver antes de morir, porque es un hecho sin precedentes.

—Eso quiero verlo —comento aún riendo.

—Sí, yo lo recuerdo y aún pienso que debí tomarle una foto —acepta Irán también riendo.

—Lo hubieras hecho —apoyo asintiendo —¿Y la otra?

—En nuestra boda —cuenta y yo lo veo incrédulo.

—¡¿Llegó despeinado a su boda?!

—En su defensa no —explica Irán —Eligió a Elías como testigo y a él le pareció muy gracioso echarle una cubeta de agua en la cabeza y despeinarlo como regalo de bodas.

—¿Por qué eligió a mi tío Elías como testigo? —cuestiono.

—Es algo que deberías discutir con él —sentencia Irán y yo asiento.

—¿Y quién es ella? —pregunto señalando a la chica de la foto.

Irán cambia su sonrisa por una mueca seria mientras mira a la foto.

—Su mejor amiga —responde finalmente.

Miro la foto un poco escéptico por la respuesta, la chica frente a Marcos sonríe ampliamente y le estira las manos como intentando convencerlo de algo, ella también lleva unos horribles lentes cuadrados, pero viste un vestido de campo color rosado con una pequeña chaqueta del mismo tono y un par de zapatos escolares blancos.

—¿Y por qué parece que le tiene miedo? —interrogo arqueando una ceja.

—No llevaban mucho tiempo de conocerse, es su primera foto juntos —explica Irán seco, parece molesto.

—¿Cómo se llama? —pregunto curioso.

—Amelia

—¿Y por qué no la conozco? —inquiero confundido —Papá tampoco habla de ella

—Hace muchos años que no sabemos de ella —replica Irán.

—¿Me puedes contar de ella? —pido tímido.

—Eso es mejor que lo haga Marcos —sentencia firme —Pero mañana te cuento un poco si quieres

—Está bien —acepto —Hasta mañana pá

—Hasta mañana Karim

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Uy uy uy, no sé ustedes pero a mí aquí me huele a celos

¿Qué les pareció el capítulo?
¿Creen que Irán le cuente las cosas a Karim?
¿Qué creen que haya pasado con Amelia?

Espero les guste.
Atte: Ale Bautista

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