Investigación externa

28 4 66
                                    

Y así pasaron casi tres semanas, cada que le preguntaba a Irán algo referente a Amelia decía que lo veríamos luego; solo una vez intenté preguntarle a Marcos y la respuesta fue una cara sorprendida y dolida al mismo tiempo y un murmuro raro que interpreté cómo "Es una larga historia".

Total que yo seguía con dudas y parecía que nadie estaba estaba dispuesto a darme las respuestas, así que decidí buscarlas en otro lado.

Después de la escuela me dirigí al hospital, pero en lugar de dirigirme a la oficina de mi padre o a la cafetería como era usual, seguí el camino que siempre seguía Xander y subí al último piso; el departamento de psiquiatría.

Avancé por el corredor y me detuve frente a la oficina de mi tío, estaba a punto de tocar cuando se abre la puerta y mi primo sale de ahí.

—¡Karim, hola! —saluda sorprendido —Que raro verte por aquí

—Hola Xander —respondo con una sonrisa —Sí, lo sé

—Hola hijo —saluda mi tío saliendo detrás de Xander —¿Todo bien?

—Sí, solo… —me interrumpo un momento e inhalo profundo —¿Puedo hablar contigo?

—Claro, sin problema —afirma mi tío abriendo más la puerta, Xander sale al pasillo para dar espacio —Pasa

—¿Quieres que te espere? —pregunta Xander y yo niego —¿Seguro?

—Sí, tranquilo —aclaro asintiendo y mi primo me devuelve el gesto.

—De acuerdo —acepta con una sonrisa —Nos vemos mañana entonces

—Hasta mañana —despido entrando a la oficina de mi tío y cerrando la puerta.

Veo el lugar, es considerablemente más pequeño que la oficina de mi padre, pero tiene lo suyo. Mi tío Gyan la adaptó para poder seguir dando consultas dentro de esta, era amplia a profundidad, con un espacio vacío en el que cabía sin problemas un hombre adulto acostado y después estaba el escritorio que desde que yo recuerdo había usado; gris, de metal con un mantel de lino cubriéndolo.

Veo a mi tío sentarse, definitivamente a todos se les notaba la edad, pero tal vez a él era al que más; su cabello estaba lleno de canas y en sus ojos ya se notaban unas muy profundas ojeras, además de que muchas arrugas cruzaban su rostro, principalmente en los ojos y la boca.

—Ya te ves negro tío —comento en burla y mi tío gira la vista hacia mí.

—¿Tengo más canas? —pregunta y yo asiento soltando una carcajada —Muy gracioso niño

—No pude evitarlo —admito aún riendo y escucho a mi tío exhalar una risa.

Cuando dejó de reír veo a mi tío que está sentado frente a su escritorio mirándome con una sonrisa paternal mientras contiene la risa.

Mi tío Gyan me había apoyado cuando mis padres no sabían cómo hacerlo, además de que yo había sido el mejor apoyo de su hijo, por eso le tenía mucha confianza y cariño, al igual que él a mí.

—¿Qué pasó Karim? —pregunta sin dejar de sonreír e indicándome que me siente frente a él.

Sonrío brevemente antes de sentarme y lo miro por un momento antes de exhalar un suspiro.

—Es que, hace unos días encontré en casa una foto que no había visto antes —cuento pensando en cómo explicarlo y mi tío asiente escuchando —E Irán me dijo que eran mi padre y su mejor amiga

La cara de mi tío Gyan cambió totalmente al escuchar eso, así que me detuve. Ví como su sonrisa se volvió una mueca seria de sorpresa total y se alejó un poco.

INMORALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora