Las dos horas de economía terminaron por suerte, tengo un mareo en mi mente que no puedo explicar. Confieso que no soy muy buena con los números pero intento al menos retener algo de información.
Aunque eso no siempre sale bien.
Abandono el salón de clases para disfrutar del receso que nos dan para el desayuno, la cafetería de la escuela es bastante grande, nada fuera de lo típico. No voy a desayunar porque pude saciar mi hambre con el late y la dona de esta mañana así que sólo compro un refresco y me encamino al campus, un poco del sol matutino no me vendría nada mal. Me ubico en las gradas con mi celular, tengo cinco llamadas perdidas de Austin, mi novio.
Le marco de inmediato.
—Al fin, creí que ya habías roto conmigo —ríe del otro lado de la llamada.
—¿Cómo voy a terminarle al novio más lindo y atento del mundo? —elogio.
—No sé, como no contestabas mis llamadas pensé que estaba soltero de nuevo... bromeo Hai ¿Cómo van las cosas por Bakersfield?
—No tan mal a decir verdad, estoy en mi primer día de clases —inflo mis mejillas arrugando mi nariz—, aún no he conversado con nadie.
—No te preocupes, harás amigos rápido, eres buena socializando.
Al notar el sarcasmo en sus palabras me río un poco, Aust me conoce lo suficiente como para saber que no soy buena conversadora, suelo ponerme nerviosa y no sé que decir. En mi anterior escuela sus amigos eran mis amigos, no por otra cosa que no sea falta de tiempo para socializar, como ya dije me la pasaba entrenando.
—Qué tonto —respondo divertida.
—Oye bebé, debo colgar tengo entrenamiento. En la tarde te llamo ¿Si? Haz amigos y no me cambies por otro.
Corto la llamada entre risas, la verdad nunca pensé en lo difícil que será adaptarme a esta nueva escuela. Miro a mi alrededor, hay varios grupos de chicos y chicas esparcidos por todo el campus, junto a mi hay una castaña con audífonos almorzando un sándwich, creo que voy a hablarle.
—¿De qué es el sándwich? —señalo su almuerzo.
Ella sin quitarse sus audífonos me observa, observa comida y vuelve a mirarme, suspira partiéndolo a la mitad dándome un trozo que deposita en mi mano aún tendida.
—¡Oh no, yo solo quería... —se pone de pie largándose de las gradas sin dejarme hablar.
Genial, no logré conversar con ella pero tengo un medio sándwich.
—¿Te vas a comer eso? —una voz masculina capta mi atención.
Es el chico de la cafetería.
—En realidad buscaba tener una charla con alguien —rasco incómoda mi frente—, creo que no salió muy bien.
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Love Is Dead |Tom Kaulitz|
Fanfiction[En edición] ¿𝓢𝓸𝓷 𝓪𝓬𝓪𝓼𝓸 𝓮𝓵 𝓭𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓸 𝔂 𝓵𝓪𝓼 𝓬𝓪𝓼𝓾𝓪𝓵𝓲𝓭𝓪𝓭𝓮𝓼 𝓵𝓸 𝓶𝓲𝓼𝓶𝓸? Una odisea difícil de atravesar embarcará a los personajes en un viaje dónde deberán aprender a confiar en el otro y dejarse guiar por sus insti...