—Es patético que intentemos hacerlo sin Tom, él acústico hará que todos se duerman en el baile —entorno mis ojos.
—Intenta ser un poco más... optimista —pide Georg estresado —¡Kaulitz ya no está y somos la banda oficial del baile formal de invierno! No podemos bajarnos a ¿Qué...? ¿Dos días?
—Hailey tiene algo de razón, Georgi. Audicionamos tocando rock, no podemos ir con acústicos —me respalda Gust.
Pasaron casi dos semanas desde aquel día en que Tom se subió a ese taxi para marcharse de Bakersfield, nos dejó aquí con la banda y muchos problemas rondando. Los chicos insistieron con que debíamos subir a tocar de todas formas, al fin y al cabo es el último baile antes de la graduación, estamos entrando al último semestre.
—¿Entonces no lo haremos? —se desanima Georgi.
—Supongo —respondo cabizbaja.
Gustav suspira bajando la guitarra acústica y nos informa que irá en busca de algo para comer, llevamos cuatro horas intentando tocar al menos un tema decente y fracasamos humillantemente. Georg se sienta sobre el amplificador junto a mi, me encuentro revisando mis mensajes con la esperanza de que Tom me haya enviado si quiera un emoji.
—¿Aún nada? —pregunta frunciendo sus labios.
—No, desde que se fue jamás respondió ninguno de mis mensajes y le envié al menos... doscientos veinte —chasqueo mi lengua —. Tampoco contesta mis llamadas, me envía directamente al buzón.
—Quizá cambió de número, Haihay.
—Se la pasa subiendo fotos a sus estados —ruedo mis ojos.
Georg asiente acariciando mi espalda en modo de consuelo.
Es una tortura no saber nada de él, no solo se fue sin siquiera despedirse sino que tampoco me permite (al menos) oír su voz por una tonta llamada. Puedo entender que esté enojado, posiblemente ya no quiera saber más nada sobre mi, pero ¿No se da cuenta de que está siendo muy cruel? Jamás imaginé que pasaríamos por una pesadilla como la de ese día del secuestro, nunca quise que nada malo le suceda. Los chicos me contaron que tampoco fue al funeral de Caroline y cuando estuvo hospitalizado sólo pudieron verlo dos veces. A ellos tampoco les responde los mensajes.
Literalmente nos sacó de su vida.
—¿Podrás soportarlo? —Georg me empuja con su hombro juguetón buscando molestarme.
—Enterré a mi padre hace menos de una semana y media, mi madre está profuga con mi ex novio, estoy viviendo en casa de la novia de Daniel la cuál vi sólo una vez antes de todo esto y aún me duelen los huesos por la paliza que me dieron —enumero mis dedos —¿Soportar que Tom pase de mi puta cara? Georgi, me estoy muriendo en vida.
—De acuerdo, fueron demasiadas cosas juntas. Pero no te preocupes, algún día simplemente ya no dolerá y aprenderás a vivir en paz con tu historia. Que Tom no sea una espina más —pellizca mi nariz.
—Tom no es una espina, es un maldito grano en el trasero. Puedo entender que ya no me quiera pero ¿Es necesario hacerme pasar por toda esta mierda? Es tan simple como responder un: <<Deja de molestar soy feliz sin ti>>.
—No creo que ese tonto sea feliz sin ti —ríe.
—No le digas tonto —entrecierro mis ojos de manera amenazante.
—¡Decídete mujer! ¿Lo amamos o lo odiamos?
—Lo amamos, Georgi, lo amamos.
El pelilargo niega poniendo sus ojos en blanco y se pone de pie dándome la mano para ayudarme. Salimos del garaje entrando a casa de Gustav, encontramos al pequeño rubio preparando sándwiches en la cocina hablando por teléfono ansioso. Al vernos sonríe anchamente.
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Love Is Dead |Tom Kaulitz|
Fanfiction[En edición] ¿𝓢𝓸𝓷 𝓪𝓬𝓪𝓼𝓸 𝓮𝓵 𝓭𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓸 𝔂 𝓵𝓪𝓼 𝓬𝓪𝓼𝓾𝓪𝓵𝓲𝓭𝓪𝓭𝓮𝓼 𝓵𝓸 𝓶𝓲𝓼𝓶𝓸? Una odisea difícil de atravesar embarcará a los personajes en un viaje dónde deberán aprender a confiar en el otro y dejarse guiar por sus insti...