── ⋆⋅Capítulo 41⋅⋆ ──

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—¡Hailey!

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—¡Hailey!

Llegando a casa de Tom me recibe su mamá, el rostro de Simone expresa suma preocupación y va aumentando a medida que se acerca hasta mi, mi cara no está mejor que la de ella claramente. Ambas corremos hasta alcanzarnos y rápidamente me veo envuelta entre sus cálidos brazos.

—Cariño, lamento tanto las malas noticias —suspira apoyando su mentón sobre el punto más alto de mi cabeza —, tú madre llamó... ven, necesitas hablar con ella.

—¿Está al teléfono? —frunzo mi ceño confundida.

¿Cómo rayos consiguió el contacto de la madre de Tom?

—En realidad... —Simone entrelaza nuestros dedos y con lentitud me va acercando hasta la entrada principal de su hogar, tras cruzar la puerta me encuentro con Sandie parada en medio de la sala —les daré su espacio, Tom ven conmigo por favor.

—Puedo quedarme si me lo pides —susurra mi novio detrás de mí.

—Hailey necesita hablar con su mamá, hijo acompáñame a mi oficina —insiste Simone.

—Bebé ¿Quieres que me quede? —vuelve a ignorarla.

—En realidad te agradecería que nos dejarás a solas, por favor —le pide con mal tono mi madre.

No soy capaz de emitir ningún tipo de sonido o palabras, para empezar estoy en shock ¿Qué hace ella aquí? ¿Cómo encontró la casa de Tom? ¿Qué carajos quiere esta mujer de mi? Terminaré enloqueciendo igual que ella. Sólo asiento en dirección al chico de rastas haciéndole entender que debe darnos tiempo a solas, Tom frunce sus labios preocupado y antes de irse planta un sonoro beso en mi frente.

—Si me necesitas sólo grita mi nombre, vendré corriendo.

—De acuerdo —acaricio su pecho.

Tom y Simone desaparecen por detrás de la pared que divide la sala de estar del comedor, mi cuerpo está increíblemente tenso, sudado de los nervios. La última vez que estuve a solas con mi madre tuve que saltar por una ventana para evitar que me mate, básicamente. Sandie tiene sus ojos hinchados, al parecer por haber estado llorando, su cabello está horriblemente enmarañado y sus labios resecos. Noto que en su pómulo tiene un pequeño hematoma de color violeta, es bastante reciente.

—¿Qué haces aquí?

—Hailey, no encontramos a tu padre. Él tenía que ir a casa esta mañana para buscar algunas de sus cosas pero jamás llegó —explica empezando a angustiarse.

—Quizá está en el trabajo.

—No, llamé a Derek y no sabe nada de él. Dice que hace días no va a la oficina.

—De acuerdo, llamaré a Molly.

Me alejo de ella que me observa atentamente al darse cuenta de quien es Molly, sus ojos reflejan cierto sentimiento de traición pero la verdad no me interesa. Marco rápidamente el número de la novia de papá y al tercer pitido responde.

Love Is Dead |Tom Kaulitz|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora