Gruñido

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Rouren




Una vez más la pesada puerta de madera fue abierta dejando ver al líder del Clan Gusu Lan acompañado de su hermano menor y de su bella esposa con quien llevaba cinco años de feliz matrimonio, al notar su presencia, algunos de los miembros de las familias principales de las demás sectas se acercaron manteniendo amenas conversaciones con el Lan mayor que no perdía la oportunidad de resaltar alguna de las cualidades de su amada esposa logrando así acallar algunos rumores que habían comenzado a circular por esas tierras acerca de la peculiar pareja del alfa líder del Clan Lan y la beta que había elegido como esposa rechazando así la posibilidad de poder engendrar un heredero.

Lan Qiren, hermano menor de QingHeng-Jun había acompañado a su hermano y a su cuñada como miembro del Clan Gusu Lan, pero desde que llegó a la sede de aquella celebración su mirada no había dejado de recorrer el lugar que poco a poco comenzaba a verse más concurrido, acción que fue notada por la señora Lan.

El tranquilo ambiente del lugar fue roto cuando la puerta fue bruscamente abierta viendo a una ensangrentada mujer a quien varios reconocieron como la niñera de los hijos de Wen Ruohan, el matrimonio Lan vio como el omega corrió a ayudar a la mujer que temblaba y murmuraba palabras inentendibles.

—Lin ¿Qué pasó? ¿Donde esta Ruohan?- Qiren miraba a la mujer que solo veía sus manos cubiertas de sangre y dejaba que las lágrimas salieran de sus desorbitados ojos.

—Señorita Lin- el líder del Clan Lan se había acercado.

—Yo, los niños, arbusto, no puedo, no puedo, lo siento, lo siento, lo siento- la mujer continuaba murmurando.

—Señorita Lin ¿Dónde están los niños?- esta vez habló la señora Lan.

—Arbusto, niños, lo siento.

Lan Qiren se encaminó fuera de aquel salón, ante la atenta mirada de más de uno, corriendo por el sendero apenas iluminado por la luz de la luna, adentrándose a la zona boscosa no tardó en encontrarse con un aroma metálico que acompañaba el tenue hedor de uno de sus hijos.

Le tomó quince minutos al omega encontrar a sus cachorros que lloraban asustados y aunque en otro momento la escena de su hijo mayor protegiendo a sus hermanos le hubiera parecido tierna ahora le asustaba, pues los herederos del Clan Wen estaban solos y al parecer heridos.

—¡Mamá!- la primera en reconocerlo fue la pequeña alfa que corrió a su encuentro viéndose envuelta en los protectores brazos de su padre omega.

—Lo siento, no pude protegerlo- susurro el mayor de los niños Wen que se aferraba a su hermano que lloraba y gritaba de dolor.

Wen Chao había sido herido en una de sus piernas y posiblemente Lin había intentado parar la sangre.

—Tranquilos, estoy aquí, no pasara nada- Lan Qiren se arrodilló para poder abrazar a sus hijos.

QingHeng-Jun junto a su esposa llegaron minutos más tarde, encontrando a los niños Wen aferrados a su madre que los envolvía con su aroma en un claro acto de advertencia.

—Qiren- llamó el hermano del omega pero no obtuvo palabras de parte del Lan menor sino un gruñido.

Lan Qiren tenía solo dos cosas en mente, la primera, sus hijos estaban heridos y asustados y la segunda, su esposo no estaba con ellos.

—Qiren, debemos llevarlo al medico, pronto- volvió a hablar el líder Lan observando como su sobrino sangraba y ya había manchado las blancas vestiduras de quien le trajo a la vida.

Lan Qiren volvió a gruñir intentando cubrir con su cuerpo a los tres niños.

—Lan Qiren- susurro la beta acercándose con cautela.

El omega esposo del desaparecido líder del Clan Qishan Wen giro su llorosa mirada fijándose en los ojos de su cuñada que intentaba sacar a los niños de los brazos de su progenitor para poder ayudarles.

La señora Lan vio con miedo como el omega gruñía mientras apretaba más a su cuerpo a los niños que no habían dejado de llorar.

Dos horas habían pasado, Lan Yun se había quedado cerca de Lan Qiren que se negaba a separarse de sus hijos mientras que el esposo de la beta y los demás líderes de los Clanes organizaban una búsqueda para encontrar al alfa Wen.

Cinco horas después, QingHeng-Jun volvió a donde su hermano, siendo recibido por su esposa, con él estaba un malherido Wen Ruohan que al ver la actitud defensiva de su esposo olvido el dolor de sus heridas y se acercó a él, en un principio Qiren le gruño en advertencia de que debía alejarse de los niños pero al reconocerlo lo dejó acercarse e incluso permitió que el menor de sus gemelos fuera tomado en brazos de su padre alfa.

Wen Chao fue entregado casi de inmediato a su tío quien corrió a donde ya un grupo de médicos de ambos Clanes aguardaban para cuidar y tratar de sanar al infante.

Antología Omegacember 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora