ZhuChao
—¿Estás segura de esto?- un hombre preguntó a la mujer que lo acompañaba por uno de los pasillos de la residencia de la familia líder del Clan Qishan Wen.
—Por supuesto, vamos- la mujer tomó del brazo a su compañero arrastrándolo por el apenas iluminado pasillo.
Los dos sirvientes detuvieron su apresurado andar al llegar a la habitación del segundo hijo (el único hijo omega) del matrimonio Wen-Lan, abrieron la puerta con cautela para no ser escuchados, adentrándose comenzaron a buscar en los cajones de los pocos muebles que había en el amplio dormitorio.
—Xil, no hay nada, vámonos- con notorio nerviosismo habló el hombre cerrando uno de los cajones de una cómoda.
—No seas cobarde- reprocho en susurros la mujer sin dejar de hurgar en un cajón cerca de la cama.
—No soy cobarde- dijo el sujeto para continuar con su tarea.
Buscaban algo, no sabían realmente qué, pero quien los había contratado dijo que lo sabrían cuando lo vieran.
—Esto es interesante- la voz femenina hizo que el sujeto se sobresaltara, estaba nervioso.
—¿Qué es?- acercándose pudo ver lo que su compañera sostenía.
—Una carta... Alguien le envió una carta de amor al principito- dijo con burla la mujer leyendo las primeras líneas plasmadas en el arrugado papel en sus manos.
—¡No te distraigas!- el hombre miró exasperado a su compañera.
—Esto es demasiado cursi- continuo burlandose la mujer.
Lo que fuera que el hombre iba a decir, se vio interrumpido por el sonido de la puerta al ser abierta, el propietario de aquella habitación había llegado encontrando a los sirvientes ahí.
—¿Qué están haciendo?- Wen Chao frunció el ceño al reconocer el amarillento papel que la mujer sostenía, observó a su alrededor, los cajones estaban abiertos y desordenados.
—Joven Wen- en un hilo de voz el hombre habló palideciendo imaginando los muchos castigos que recibiría.
—¿Quién les dio permiso de entrar aquí?- Wen Chao le arrebató la carta a la mujer que parecía apenada pero no asustada.
—Solo hacíamos nuestro trabajo, limpiar- respondió la mujer.
Wen Chao pudo escuchar los pasos de alguien acercándose así que para sorpresa de ambos sirvientes los ojos del omega se llenaron de lágrimas y como un desquiciado comenzó a rasgarse la ropa y a despeinarse cayendo al suelo llevándose consigo al sorprendido hombre que no pudo poner resistencia por la sorpresa y duda de las acciones del Wen.
Quien se acercaba a la habitación era un alfa que por órdenes del padre del joven Wen debía cuidarlo aunque había una razón un tanto oculta.
Wen Zhuliu se quedó de pie bajo el marco de la puerta, viendo como Wen Chao estaba debajo de aquel hombre con lágrimas cayendo por sus mejillas, su boca estaba cubierta por la mano de aquel hombre.
Zhuliu no necesito una explicación al ver el aspecto del joven omega y sin perder tiempo se lanzó sobre el otro alfa que alejándose del omega que no tardó en buscar algo para cubrirse.
El alfa encargado de velar por el bienestar y la felicidad del omega golpeó en repetidas ocasiones el otro ante la aún incrédula mirada de la mujer.
Cuando el alfa a quien Wen Zhuliu había categorizado como una amenaza quedó inconsciente en el suelo el alfa giro a la mujer a quien no dudo en tomarla del cuello levantándola del suelo ejerciendo fuerza la beta no tardó en quedar inconsciente también siendo arrojada al suelo.
Zhuliu giro a ver al omega que no había dejado de llorar, acercándose a él con lentitud lo rodeo en sus brazos dejando que el menor llorara.
—Tenía miedo- susurro Chao aferrándose a las ropas del alfa.
—¿Qué sucedió?- Zhuliu no quería que el Wen se sintiera incómodo pero necesitaba explicaciones.
—Solo venía por mi abrigo y los encontré, en cuanto me vieron el tipo se lanzó sobre mi
—¿Te hizo algo?- Zhuliu preguntó sintiendo al omega tensarse.
—Solo me toco- susurro Wen Chao.
—¿Qué quieres que haga?- el alfa vio al omega levantar la mirada dejando ver aquellos ojos de cachorro que siempre le hacían cometer tonterías.
—No quiero verlos aquí- dijo sin apartar la mirada de su alfa destinado.
—Haré que se marchen- dijo el alfa.
—Zhuliu, no quiero que sigan respirando- las palabras del joven Wen contrastaban con los inocentes ojos que solo eran propios de la inocencia.
—Como desees- susurro el alfa sellando aquella promesa con un tierno beso en los labios.
Wen Zhuliu había manchado sus manos de sangre más veces de las que podría contar, todo para cumplir los caprichos y órdenes de su amado.
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Antología Omegacember 2023
FanfictionConjunto de One-shots y Drabbles del fandom Mo Dao Zu Shi derivados del evento Omegacember 2023 creado por la página de Facebook "Es de fanfics".