Antología Omegacember 2023

Mordida

Xuexiao

Xiao Xingchen se adentro a la modesta vivienda que compartía con su pareja, un hombre serio y amante de la limpieza y el orden, con quien llevaba dos años de relación, cerrando la puerta pudo percibir como el dulce y característico aroma de su postre favorito llegaba a su encuentro guiandolo en dirección a la pequeña pero acogedora cocina en donde un hombre se movía de un lado a otro, utilizando algunos utensilios de cocina y vertiendo algunos ingredientes en un recipiente que se hallaba sobre la mesa en el centro del lugar, Xingchen sonrió teniendo la intención de acercarse pero una voz ajena a la suya lo hicieron detenerse e incluso caminar en dirección opuesta a la cocina. Xiao Xingchen se encaminó a la única habitación de la vivienda en donde se podían ver dos camas en cada lado del dormitorio, sentándose en el borde de la cama que ocupaba desde hace dos años esperó pacientemente a que su pareja terminase de cocinar.

Tal y como el otro inquilino de esa vivienda dijo, una hora más tarde entró a la habitación llevando consigo dos porciones del dulce postre que había estado preparando, entregando una al joven de vestimentas blanquecinas.

—Gracias- dijo con una sonrisa observando como el contrario se sentaba frente a él sobre la cama que le pertenecía.

—¿Encontraste lo que buscabas?- preguntó antes de meter una pequeña porción a su boca.

—Lo hice- señaló la pequeña canasta junto a él en donde se podían ver algunos trozos no muy grandes de tela y unos cuantos hilos.

—Aun sigo sin entender la razón de comprar eso- la respuesta que obtuvo fue al otro encogiéndose de hombros.

Tres días después de aquel suceso con el postre, la pareja había decidido salir a dar un paseo por los alrededores, aunque uno de ellos prefería mantenerse alejado de las grandes multitudes pues argumentaba que los gérmenes de estos podían infectarlos. Cuando el sol comenzaba a ocultarse la pareja volvió a su hogar, caminaban tomados de las manos y fue Xingchen quien abrió la puerta de madera algo maltratada y más tarde ambos comieron lo que el joven Xiao había preparado.

Song Zichen había estado observando la actitud de su novio, notando que desde esa mañana estaba nervioso y evitaba mirarlo a los ojos, pacientemente había esperando a que el otro le dijera lo que sucedía pero al ver como el día estaba por terminar y su pareja no tenía la mínima intención de hablar decidió investigar.

—Xingchen ¿Qué sucede?

—Nada, solo estoy pensando en tonterías- respondió con nerviosismo terminando de limpiar los platos que habían usado.

—Si fueran tonterías no estarías evadiendo hablarlo... ¿Qué sucede? Será mejor que lo digas ahora- Xingchen sintió la amenaza no dicha.

—... ¿Recuerdas el día que te dije lo maravilloso que sería que pudiéramos formar una familia?

—El día que vimos a una familia en la plaza- recordó Zichen.

—... Bueno, nosotros, tú y yo, ambos tendremos un bebé- dijo con nerviosismo fijando la mirada en el contrario en espera de una respuesta.

Song Zichen cambió su serena expresión por una seria, bastante seria para luego fruncir el ceño sin apartar la mirada del joven que había dejado de lavar los platos.

—¿Estás embarazado?- preguntó.

—Si, me enteré hace tres días- respondió.

Song Zichen había pasado su celo junto a su novio y ahora este le decía que en unos meses tendrían un hijo.