Rutina

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Wangxian




Usualmente Wei Wuxian despertaba cerca del mediodía, pero hoy el joven omega abrió sus ojos debido al alegre pero ruidoso cantar de los gallos que para su sorpresa y confusión se hallaban en la habitación que compartía con su esposo, Lan Zhan ya se había marchado y la puerta junto a las ventanas estaba cerrada así que no había forma de que el par de animales se halla colado, además que en Gusu los animales no eran permitidos. Se levantó de la cama y comenzó a arreglarse, al terminar, tomó a los dos animales y con algo de esfuerzo logró sacarlos de su habitación y llevarlos lejos del lugar, pues no quería que algún discípulo o el propio Qiren lo viera merodeando con dos gallos.

El día para Wuxian paso sin mayor conflicto, discutió con su hermano por tonterías, disfrutó de algunas jarras de sonrisa del emperador, se rió a costa de Jin Zixuan, fue regañado por Wen Qing; sus cuñados lo odiaban, jugo bromas a algunos discípulos Wen junto a Nie Huaisang, comió semillas de loto junto a su bella hermana y finalmente durmió siendo abrazado por su amado esposo.

Por la mañana, Wei Wuxian volvió a despertar más temprano de lo usual, ahora por las peludas patas de dos conejos que se acomodabán cerca de su pecho, el joven omega se levantó comenzando a arreglarse y al terminar tomo a las dos bolas de pelo que seguramente habían logrado escapar del campo en donde su esposo conservaba a sus mascotas, camino con los conejos en sus manos hasta llegar al prado en donde solían estar, al verlos noto que algo faltaba en los dos que tenía en sus manos, la peculiar cinta que Lan Wangji había pacientemente colocado en sus cabecitas no estaba, aún así los dejo en el suelo y ambos no tardaron en perderse entre los muchos conejos.

Cuando Wei Ying iba de regreso a su habitación dispuesto a recuperar las muchas horas de sueño que le faltaban vio como dos discípulos corrían por uno de los pasillos, curioso como era, camino hasta el lugar por donde habían salido, observando que era un amplio salón en donde se encontraba su esposo, sabía que muchos discípulos le tenían cierto miedo pero no esperaba que fuera a tal grado como para salir despavoridos rompiendo sus preciadas reglas.

—Lan Zhan ¿Qué haces?- Wei Ying se acercó a su esposo que tenía sus ojos cerrados.

—Wei Ying- contrario a su faceta de Lan ejemplar, Lan Wangji se lanzó a abrazar a su esposo pegándose a él tanto como pudo.

Wei Wuxian no se quejó del gesto de su marido pero sí se sorprendió y más al notar que el Lan no quería despegarse de él, aún cuando habían comenzado a caminar por el pasillo.

Durante las siguientes cuatro horas, Wei Wuxian estuvo sentado en las piernas de su marido mientras este parecía demasiado cómodo leyendo un viejo y aburrido libro.

—Lan Zhan, debes estar cansado, será mejor que me siente por allá- señaló un rincón del lugar.

Lan Wangji apretó más el agarre en la cintura de su esposo para evitar que se moviera.

Para Wei Wuxian fue una sorpresa escuchar que fue el propio Lan Zhan el que llevó a esos animales a su habitación, y lo corroboró al día siguiente cuando además de un par de gallinas llevó un par de jarras de alcohol.

Lo que pacientemente Wen Ruohan le había explicado es que Lan Zhan estaba realizando un ritual que se volvería rutina de cortejo previo a su celo (debió poner más atención en clases).

Antología Omegacember 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora