Nudo

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Nieyao




Desde los pasillos cercanos a la habitación del matrimonio Nie-Jin se podían escuchar algunos ruidos un tanto obscenos que junto al fuerte aroma que el matrimonio emanaba y lograba salir del dormitorio hacían que los discípulos alfas y omegas se mantuvieran lo más alejados del lugar, aquella situación había comenzado dos días atrás, cuando tras una tediosa reunión con algunos comerciantes insatisfechos el líder del Clan Qinghe Nie se encaminó hasta donde sabía estaría su esposo, el efecto del medicamento supresor que había tomado esa mañana estaba pasando y finalmente había logrado disipar su agenda para poder pasar su celo en compañía de su esposo, el omega había estado en la habitación de su pequeño hijo de apenas 120 días a quien finalmente había logrado dormir. Nie Mingjue se adentro al colorido dormitorio que meses atrás su esposo le había pedido decorar y sin prestar atención a la dormida presencia de su único hijo en la cuna capturó los labios de su esposo en los suyos mientras sus manos apresaban parte de las caderas y espalda baja del omega que tras la sorpresa correspondió al beso desesperado de su marido posando uno de sus brazos cerca del hombro del alfa, al separarse por la falta de aire en sus pulmones, Mingjue comenzó a repartir besos en las mejillas y cuello de su esposo presionando con sus dientes el sitio donde yacía la marca de unión, un casi inaudible suspiro escapó de los finos labios del Jin que pareció recordar la presencia de su hijo, y tras unos instantes logró apartar a su marido lo suficiente para que ambos pudieran mirarse a los ojos, Meng Yao observó las dilatadas pupilas del alfa y sabiendo que el raciocinio de su marido pronto se esfumaría tomo a Mingjue de la mano arrastrándolo fuera del dormitorio de su hijo a quien previamente había dejado en cuidado de su cuñado y el joven Wen Ning, mientras cerraba la puerta de la habitación del heredero Nie, Mingjue se limito a olfatear el cuello de su esposo lamiendo, succionando y mordiendo cerca de la zona donde se hallaba la marca que los unia más allá del matrimonio.

Apenas terminó de asegurar la puerta, Jin Guangyao sintió como su marido lo tomaba en brazos comenzando a caminar en dirección a la habitación que ambos compartían, al llegar, Mingjue azotó la puerta para que pudiera cerrarse y aún con su esposo en brazos se encaminó a prisa a la cama dejando al omega sobre esta, Jin Guangyao fue besado en los labios cuando su marido se colocó encima de él, acariciando gran parte de su cuerpo dejando sus elegantes vestimentas maltrechas. El alfa comenzó a desvestir a su esposo rompiendo en más de una ocasión parte del conjunto que este portaba, sonriendo con satisfacción cuando sus ojos pudieron deleitar con el cuerpo desnudo del menor, no queriendo perder mucho tiempo, el alfa líder de los Nie se deshizo de su ropa arrojándola a alguna parte del suelo de la habitación, volviendo a capturar los rosados labios del contrario.

Con una de sus manos, Nie Mingjue acarició la tibia piel del omega debajo de él llegando hasta la semi-erecta erección que no dudo en envolver entre sus dedos, deleitando sus oídos con el sonido que salió de los labios del omega. Jin Yao disfrutaba de acariciar el torso y la espalda de su marido, envolviendo sus piernas en las caderas del mayor, el omega sintió el pene erecto de su marido chocar contra su bajo vientre, sus labios apenas se separaban escasos segundos para poder tomar aire y se unían nuevamente.

—Quiero joderte- susurro Mingjue cerca del oído de su esposo una vez separaron sus labios.

La mano que hasta ese momento había estado mansturbando al menor se dirigio hasta la ya humeda entrada del omega, con sus dedos comenzó a juguetear con introducirlos en el húmedo aro de músculos para finalmente introducir dos de sus dedos dentro del menor comenzando a moverse buscando relajar aquella zona, con la respiración agitada, Jin Guangyao sintió como un tercer dedo se resbalaba fácilmente en su interior.

Mingjue había enterrado su rostro en el cuello del menor, disfrutando del intenso aroma del omega sin dejar de mover sus dedos con rapidez en el interior de su esposo, con el avanzar de los segundos, el autocontrol del alfa parecía ser cada vez menos y sacando los dedos que había estado usando para dilatar al menor, separó su rostro mirando los brillantes ojos de su amado esposo y comenzó a introducirse en el interior del Jin. Sintiendo la intromisión, Meng Yao enterró sus uñas en la espalda del mayor que no perdió tiempo comenzando a moverse causando cierto malestar sin llegar a lastimarlo.

En la habitación se podía escuchar el chocar de las pieles de ambos y los morbosos sonidos que lograban escapar de sus labios.

Nie Mingjue salió del interior de su esposo ignorando la réplica de este y sin mucho esfuerzo colocó al menor sobre sus rodillas y apoyado en sus manos, volviendo a introducir su pene dentro del culo de su omega. Las embestidas eran rápidas y bruscas, el omega apenas podía sostenerse y el algún momento el alfa lo había sujetado de la cintura con una de sus manos mientras que la otra masturbaba el erecto miembro del menor al mismo tiempo que sus labios repartieron cortos y húmedos besos por la espalda del omega.

Yao sintió como el orgasmo comenzó a envolverlo sincronizado con el del alfa que debido al celo había comenzado a formar el nudo.

Con la respiración agitada, Meng Yao se dejó caer sobre la cama sintiendo el tibio semen del alfa derramarse en su interior.

Antología Omegacember 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora