Los niños eran libros abiertos. Aún cuando no querían serlos, en sí las personas adultas lo eran, pero los niños lo reflejaban aún más, ellos no tenían miedo de mostrarse como realmente eran, lo que pensaban, lo que querían, no sentían que tenían que encajar dentro de ningún grupo que pudiera limitarlos.
Mono y Six eran la gran excepción.
Mono era más abierto y hablador, sin embargo era muy cauteloso con los temas a los que se acercaba, cuando la conversación tomaba un giro personal hacia él, en el sentido que guiaba a hacerle una pregunta de su pasado, él rápidamente cambiaba el tema haciendo una pregunta, de forma que evadía el tema sin verse demasiado obvio. Eta una manera sutil, amigable, nada agresiva que funcionaba a la perfección.
Six, por otro lado, era mucho mas directa, sarcastica y expresiva. Sus gestos delataban lo que le pasaba por la cabeza, lo que estaba sintiendo. Pero en comparación a Mono ella hablaba bastante menos, y las veces que hablaba más, usualmente estaba diciendo sus comentarios sarcásticos para irritar a los demás hasta estar satisfecha.
Las camisetas de Nate les quedaban grandes, ahora, no estaba seguro de cómo se sentirían de ser expuestos de la nada al mundo exterior, así que recurrió a su mejor opción, que era abrir el ático donde estaban las cosas antiguas guardadas, entre esas, vestuario que antes perteneció a su madre, seguían siendo unas tallas un poco grandes para Six, pero tras que su madre nunca haya sido realmente alta, tampoco hacía una gran diferencia en ella, mientras que le separó un par de sus cosas a Mono, quien era alto pese a su corta edad. Con eso confiaba que iban a estar bien el suficiente tiempo hasta que los pueda procesar y los llevaría a que se compren unas cosas, pero la prioridad era conseguir información y asegurarse de que realmente no los están buscando en ninguna parte. Mono había dicho que era huérfano, pero Six no dijo eso, y Nate tenía que asegurarse que ellos sean encontrados en caso de ser necesitados en otro lugar. Por el contrario, serían entregados a una casa de acogida donde estarían bien conviviendo con otra familia.
—Uhm...entonces... —empezó. De manera un tanto torpe, no sabía coml entablar una conversación normal con ellos—, ¿Cómo fue su primera noche aquí?
—Bien. —Mono respondió con gentileza —, nunca antes había dormido tan cómodo, dormí de seguido. Y no soñé absolutamente nada.
—Eso es bueno —Nate sonrió—, espero que puedas seguir así.
—Yo también, nada me gusta más que esa sensación de haber dormido de corrido y tan bien.
—¿Qué hay de ti, Six? —el adulto entregó su mirada a la mencionada.
Ella ya estaba comiéndose su quinto panqueque, la verdad es que el apetito de esa pequeña superaba cualquier cosa, tenía una increíble capacidad para seguir comiendo y nunca cansarse, su estómago también era extremadamente resistentes a la manera en la que ella mezclaba la comida. También por lo que había visto, tenía agresión de comida, si te acercaban aunque un poco a pellizcar lo más mínimo; ella perdía la cabeza.
—Pesadillas. —fue su corta y baja respuesta. La mirada de Mono decayó.
Claro, era de esperarse que niños como ellos tuvieran pesadillas.
—¿Te pasa con frecuencia?
—Supongo —ella se alzó de hombros, no parecía tan afectada y más que nada estaba dispuesta a seguir comiendo en vez de continuar la conversación con el adulto..
—¿De qué era?
Ambos menores intercambiaron una mirada, aparentemente había un acuerdo silencioso entre ambos, uno que había logrado calmar la actitud defensiva de ella. Escuchaba a Mono, y este parecía más que contento que Six esté siendo más sociable.
ESTÁS LEYENDO
Pequeñas cosas perdidas/ Little Nightmares
FanfictionAtrapados en una dimensión donde no eran diminutos y donde no eran la presa de los adultos. Mono y Six tienen problemas para adaptarse, a su vez que...¿Huyen de algo? Años han pasado desde que Mono quedó atrapado en la torre y desde que escapó, ahor...