Capítulo 6

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Muchas veces había visto a personas excusarse de sus errores diciendo que nunca nadie les enseñaba a cuidar niños.

Que no había un manual.

Cuidar niños no era fácil en lo absoluto, por ese mismo motivo Nate no se había visto a sí mismo convirtiéndose en padre. No es que se esté convirtiendo en uno, pero conviviendo ya por varios días con aquellos niños sin que estos muestren señal alguna de querer ir a la estación de policía, le daba a entender que muy posiblemente iba a terminar lidiando con ellos por más tiempo de lo que esperaba. Lo que...bueno, tampoco era tan malo, esos niños no eran revoltosos, no desordenaban, no se escapaban y no le llevaban la contraria por mucho tiempo. Agradecía eso. Pero tristemente tampoco quería que se acostumbraran...

Simplemente no podía cuidar de ellos...

Los casos de ese estilo eran peligrosos de llevar en la forma en la que él lo estaba haciendo, porque establecer un lazo intimo con una víctima podría hacer que en consecuencia esta genere dependía de inmediato, lo que ya le estaba pasando con esos niños, temía. Pero en el momento que los aceptó en su casa lo había hecho completamente consciente de cuales podrían ser las posibles consecuencias de este decisión.

—¿Por qué tienes esa cara? —Six le preguntó, últimamente se estaba levantando sola para ayudar a limpiar los platos después de que Mono haya tenido que guiarla los primeros días.

—Solo tengo una cara, Six —Nate le respondió, su tono había salido más suave de lo usual.

—Tienes algo, lo puedo sentir.

—Eres muy intuitiva, ¿No?

—Lo soy, ¿Qué tienes?

—No dormí bien, es todo —mintió, posiblemente ella ya se había dado cuenta que era una mentira pero no importaba, no iba a seguir empujando el tema.

—Entonces tu también tienes pesadillas... —Mono murmuró.

—Todos las tenemos en algún momento.

—¿Y por qué...? —Mono le preguntó.

—Bueno, lo que ocurre en los sueños es subconsciente,  es lo que no piensas, en tus pesadillas se manifiestan tus miedos, tus ansiedades, incluso inseguridades y lo que te pone nervioso.

—No me gustan las pesadillas, es como si fueran eternas, luego me cuesta diferenciar cual es la realidad y cual es el sueño —Mono suspiró, apoyando su cabeza en su mano.

—No es para tanto, ninguna pesadilla es eterna...tampoco ningún sueño —Six volvió a sentarse con ellos—, la verdad no tengo idea de lo que eso significa, me lo dijeron una vez.

—¿Quién? —Nate trató de indagar.

—Nunca aprendí su nombre, no me interesaba saber su nombre.

—Válida respuesta la verdad —Nate apreció la sinceridad de ella.

Ya estaba claro que no podía llevarlos al trabajo de nuevo, por lo que se habían quedado en la casa todos esos días, Nathaniel les había traído juegos y varias cosas con las que puedan entretenerse, tras que por algún motivo, pasaban completamente de largo de la televisión, sin tener el más mínimo interés en esta, incluso cuando se las había intentado mostrar, ninguno de los dos parecía ser muy fan, así que los dejó libres y tranquilos a que puedan hacer lo que quieran.

—Bueno, ya han estado bastante tiempo aquí y yo todavía no tengo idea de dónde vienen

El semblante de ambos niños cambió, intercambiaron una mirada.

—¿Importa...? —Six preguntó.

—Claro que importa, me mencionaron que fueron lastimados por otras personas, quienes los hayan dañado tienen que enfrentar a la justicia, con tal de que no puedan seguir lastimandolos...

Pequeñas cosas perdidas/ Little NightmaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora