—Jamás pensé que llegaría el día que Nathaniel estuviera cuidando unos unos niños —Hailey dijo, estaba revisando las cosas de su hermana menor que ya se había ido a la universidad para ver qué podría darle a Six.—¿Es muy disperso? —su madre preguntó.
—Un poco, sí. No le gusta quedarse quieto y por lo que escuché llevan muchos años desde que no tiene una relación seria.
—¿Será que es insoportable? Escuché que era una pesadilla cuando estaba en la escuela —Lucía añadió, estaba también ayudando a revisar las cosas. Se le daba muy bien coser, por lo que le hacía pequeños ajustes a las prendas que se veían muy grandes, Six de todas formas iba a crecer y le iban a quedar.
—Normal, todos en la escuela hemos sido un poco complicados...
—No lo sé, pero escuché que había más al respecto, pero que no muchos saben.
—Algunos secretos es mejor que se queden como secretos.
—En eso sí tienes razón...¿Y no te gusta él?
—¡Mamá!
—¿Qué? Es apuesto y súper alto.
—¿Y eso qué? No estoy pensando en conseguirme un novio ahora, lo importante es que esos niños que tiene reciban ayuda, y Nate no es del tipo paternal.
—No lo subestimes, de seguro los está cuidando bien.
—¡Mocosa insoportable, déjame entrar! —Nate estrelló sus manos en la ventana del vehículo policial.
Había salido solamente por un momento a botar la basura de todas las cosas que habían comido en la tarde, sobre todo Six, y cuando volvió, esta se sentó en su lugar y le cerró la puerta con el seguro, seguía tocando un montón de botones, para ver qué es lo que hacía cada uno de estos, mientras que ambos niños se reían por la travesura.
—¡Los mataré a los dos!
Nate se quedó petrificado cuando vio una pareja pasar por su lado, un tanto alarmados de su amenaza, forzó una sonrisa y les saludó cordialmente, quedándose quieto hasta que desaparecieran de su vista. Ya habiendo terminado con el juego, Six abrió la puerta, sin esperarse que Nate rápidamente subiera, apenas dándole tiempo a cambiarse al otro asiento y le hiciera cosquillas por debajo de los brazos.
—¡No! ¡Para! —ella rió.
—Hazme eso de nuevo y te voy a rapar en la noche —amenazó, esta dio un sonido ofendido, para luego sonreír.
—¿Tienes una máquina para rapar en la casa?
Mono dio un leve grito ahogado, llevando ambas manos a cubrir su cabeza, asustado de la pregunta de ella.
Nate desvió la mirada—, tal vez.
—¿Y qué vamos a comer ahora?
—Comiste toda la tarde.
—Pero dijiste que pedirías esa cosa. Olvidé el nombre.
—¿Pizza?
—Esa misma.
Nate suspiró, esa niña tomaba agua y comía como si no tuviera final, nunca antes había conocido o siquiera visto una niña tan joven comiendo tantas cosas y sin jamás estar satisfecha, había pensado que podía ser sed y deshidratación, pero no era el caso, eso sí, comer le había subido un poco más el color a su rostro, estaba más animada y con energías, aquella irritabilidad que la siguió desde la mañana se había desvanecido básicamente.
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Pequeñas cosas perdidas/ Little Nightmares
FanfictionAtrapados en una dimensión donde no eran diminutos y donde no eran la presa de los adultos. Mono y Six tienen problemas para adaptarse, a su vez que...¿Huyen de algo? Años han pasado desde que Mono quedó atrapado en la torre y desde que escapó, ahor...