-Meteré mi polla en tu hermoso ano, sentirás dolor y placer en tu cuerpo, gritaras por más, Hanamaru Kunikida-.
Créditos a Minkiyomi- Gracias por darme el permiso de adaptar la historia.
Las imágenes que se usaran aquí tampoco me pertenecen, crédito...
Nico:-¡Dia, cariño, detente!-. (La mencionada se aflojó la corbata que había estado asfixiándole la garganta desde que su ex prometida había soltado aquellas palabras sin remordimiento alguno).
Dia dio grandes zancadas al entrar a su casa, su madre siguiéndole de cerca, evitando que hiciera alguna tontería por su parte.
Nico:-¡Dia!-. (Ella se detuvo en el inicio de las escaleras, dándole la espalda a su madre).
Dia:-Ve a casa mamá, la boda se acabó-. (Sin mirarla, empezó a subir las escaleras, dejándola parada en la puerta, preocupada y muy consternada de lo que pudiera hacer).
Dia subió al segundo piso y no dudo en caminar hasta la habitación que tenía un cochecito en la puerta, la abrió de golpe y entro, su mirada se asqueo de tantas cosas de bebes, una cuna, una bañera, pañaleras, pañales, diferentes tipos de biberones, un armario completo lleno de ropa y otros zapatos, un álbum para sus primeras fotos con ellas, chupones y muchas cosas más. Sus ojos se volvieron acuosos y sin poder evitarlo, pateo con fuerza la cuna, causando que un costado se abriera por el fuerte impacto.
Dia:-¡Maldición!-. (Se giró a las cosas que estaban en su mueble y empezó a tirar todo, pisar y arruinar cada cosa que ella misma había comprado con tanta ilusión y emoción, cada prenda que compro pensando en ese bebé, en su hijo, termino en el piso, siendo rotas por sus propias manos y ensuciadas de la misma manera).
Nico presencio como su hija rompía todo lo que una vez le mostró con una sonrisa en el rostro y halagando lo feliz que era. Sus ojos se llenaron de lágrimas y miraron al rostro de su hija, quién estaba bañada en un mar de lágrimas, su respiración estaba irregular y su rostro rojo, por la reciente ira.
Nico:-D...Dia, hija...-.
Dia:-¡Me hizo creer que era mi hijo! ¡me hizo ilusionarme, me hizo verla como la mujer perfecta para mí! ¡¿para qué?! ¡para que al final, se largara con mi mejor amiga! ¡son unas bastardas las dos! ¡las odio, las odio!-.
El corazón de Nico se oprimió con fuerza al ver a su hija llorar de manera desconsolada.
Sin decir palabra alguna, camino hasta ella y la abrazo, cubriendo su dolor con un poco de amor de madre, porque ella estaba para su hija y siempre sería así.
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Actualidad...
Nico:-Le estas cargando toda la responsabilidad a ella, Dia-. (La voz de Nico invadió la oficina de Dia, quién le había dicho absolutamente todo lo que Hanamaru le dijo).-No seas idiota, ¿acaso sabes cómo se siente ella en estos momentos? no, porque estás más ocupada recordando el pasado y no viviendo el presente-.
Dia:-Mamá...Por favor-. (Dia paso las manos por su rostro, sintiéndose muy cansada y fatigada por tanto estrés del trabajo y de tanto pensar sobre el embarazo de Hanamaru).-Este es un tema de Hanamaru y mío, creo que no deberías meterte-. (Declara).
Nico:-¡Ja!, ¿cómo quieres que no me meta cuando estas dejando sola a la pobre? ella tampoco está preparada para tener un bebé, ayer lloro toda la tarde repitiendo que no quería tener al bebé, hasta que se quedó dormida, ¿crees que eso es suficiente para meterme? creo que sí-. (Dia desvió la mirada, Nico se levantó de la silla, llamando la atención de su hija).-Me voy a llevar a Hanamaru a mi casa, para que pienses mejor las cosas, Dia-.
Dia:-No-. (Fue entonces cuando se levantó, con una molestia picando en su pecho).-No te la vas a llevar, ella tiene que estar a mi lado-. (Nico rodó los ojos y bufó).
Nico:-Me estás dando razones para llevármela-. (Dijo, poco después, soltó un suspiro y asintió).-Bien, no lo haré, pero habla con ella y lleguen a un arreglo, de lo contrario, ni tú ni nadie me va a impedir que me la llevé en lo que te calmas y piensas mejor las cosas-. (Dia sin estar muy de acuerdo, asintió).
Dia:-Está bien-.
Nico:-Mas te vale. Bien, mi deber de madre ejemplar quedo aquí, estaré vigilándote, Dia Kurosawa-. (La mujer entrecerró sus ojos y la miró, mientras salía de la oficina de su hija).
Una vez que Dia estuvo sola, pasó una mano por su cabello, ¿qué debía de hacer?
