Un suspiro abandona sus labios al recordar la reciente llamada que ha recibido de su madre, quién había estado marcando hasta agotarle la paciencia y con pesadez, contestar su teléfono.
Maki:-Mari Ohara regreso a Japón, está felizmente casada y con una hija; ¿no crees que es hora de que mínimo me presentes a alguien?-.
Quiso negarse, por supuesto que quiso, pero entonces, su madre atacó con un movimiento demasiado bajo para su gusto.
Maki:-Despídete de la empresa si no lo haces-.
Fue lo suficiente para que Dia colgará y su mente empezará a crear algún plan o engaño. Recargo su espalda en la silla, mientras pensaba en alguna idea para cumplir con aquella idea tonta que su madre tenía.
Claramente, no era lo único que tenía a Dia pensando de esa manera, sino, el hecho de que Mari Ohara regreso a Japón. Se sintió tan asqueada tan sólo de repetir su nombre en la cabeza.
Dia:-Nunca debiste regresar-. (Piensa en voz alta, sin ser consciente de una presencia ahí).
Hanamaru:-Uh, ¿quiere que me vaya, ama?-. (Una delicada y femenina voz la hizo sobresaltarse y girar rápidamente la cabeza en busca de aquella voz. Su mirada se encontró con la de Hanamaru, quién estaba sentada en el piso, frente a la enorme biblioteca de libros que tenía en su oficina.
Dia:-¿Qué? ¿desde cuándo estás ahí? (Pregunta, reincorporándose en la silla y mirando las descubiertas piernas de la pelicastaña, quién sólo llevaba un shorts de mezclilla corto, junto con una remera pegada a su torso, dándole una increíble vista. Tan preciosa).
Hanamaru:-Oh, pues...Usted dijo que limpiará la biblioteca, que no puede trabajar en un lugar tan polvoso y realmente es lo que estoy haciendo, ama-. (Le sonrió tenue, ganándose una mirada confundida de Dia).
Dia:-¿Estás feliz?-. (Pregunta, levantándose de la silla y caminando hacia ella, con pasos cortos. Hanamaru borró la pequeña sonrisa y se levantó rápidamente del suelo alfombrado. Apretó el trapo con el que limpiaba los estantes y miró expectante a Kurosawa, quién sonrió al ver la cara de miedo de Hanamaru).-Responde, ¿estás feliz?-.
Una mano subió delicadamente y acunó su mejilla, haciendo que Hanamaru jadeara y Dia sonriera al ver su reacción.
Hanamaru:-Lo estoy-. (Confesó, temiendo que su voz saliera temblorosa y arruinara su valentía).
Dia:-¿Disfrutaste ahorcarme y manejarme a tu antojo ayer?-. (Pregunta, ahora, bajando lentamente su mano hasta llegar a su precioso, delicado y delgado cuello, empezando a ejercer un poco de presión, pero no la suficiente para hacerla perder oxígeno).
Hanamaru:-S...Sí, ama-. (Dia sonrió, se inclinó y no dudo en atrapar los labios de Hanamaru con los suyos, mientras que ella, tiró aquel trapo sucio y pegó un brinco, enredando sus piernas en la cintura de Dia y esta, tomando sus muslos para evitar que ella cayera).
Sin importar mucho, Dia pegó bruscamente la espalda de Hanamaru en los estantes de la biblioteca, haciéndola gemir de dolor. El beso continuó, mientras que Dia luchaba por llevar la ventaja de aquel beso, sorprendentemente, Hanamaru terminó haciéndolo. Dia no se negó, porque de alguna manera, le excitaba que Hanamaru estuviera en la misma sintonía que ella.
Hanamaru se soltó del agarré de Dia y volvió a poner los pies en el piso y rompió el beso con Dia.
Hanamaru:-Ama, ha estado un poco...Estresada hoy, ¿cierto?-. (La pelinegra no sabía de dónde había sacado tanto descaro aquella bonita castaña, pero realmente le gustaba más esta faceta que la llorona y débil Hanamaru).
Dia:-Demasiado-.
Sólo fueron basta aquellas palabras para que Hanamaru tomara suavemente su mano y la guiará de nuevo a su silla, justo detrás de su escritorio, la hizo sentarse y sin pensarlo mucho, se puso de rodillas frente a ella.
Hanamaru:-La ayudaré, ama-.
Sus delgados dedos se dirigieron al botón del pantalón de Dia, en su bragueta y finalmente, bajar su pantalón junto a su bóxer, dejando libre la erección bastante dura y palpitante frente a ella. Hanamaru sonrió y miró con picardía a Dia, quién tenía los labios entre abiertos, esperando a que Hanamaru metiera su miembro en su boca y soltar el primer gemido.
Cuando eso ocurrió, Dia gimió fuerte y ronco, sintiéndose aún mejor de lo que pensó que sería. Sus manos picaban por tomar fuerte del cabello a Hanamaru y hacerla ahogarse con su polla, pero simplemente las apretó en puños.
Hanamaru sacaba y metía el pene en su boca, chupando y pasando su lengua por la punta del glande, haciendo delirar a Dia, quién no tardaría en correrse.
Hanamaru miró el rostro de Dia y sintió palpitar el miembro dentro de su boca y supo que era hora.
Saco rápidamente el miembro de Dia de su boca y se puso de pie ante la mirada molesta de Dia, quién estaba a punto de explotar, pero no lo había logrado. Hanamaru quitó sus shorts rápidamente y sus bragas, sin pensarlo mucho, tomo el miembro de Dia y se auto penetró, subiéndose a ahorcajas encima suya. Hanamaru posó sus manos en el pecho de Dia, quién abrió la boca, dejando salir un gemido ronco y bastante fuerte, ya que seguía muy sensible de su pene y ante aquella intromisión repentina, las paredes de Hanamaru la recibieron bien.
La pelicastaña no dudo en empezar a saltar sobre ella, y sin preguntar llevo sus manos al cuello de Dia, quién echó un poco la cabeza hacia atrás, dándole una silenciosa autorización.
Hanamaru empezó a ejercer presión en el cuello ajeno, sintió su respiración acelerarse al sentir como el pene de ella, llegaba a su punto, sintió un fuerte espasmo, ajustando el agarre en Dia, quién también estaba a nada de llegar, mientras su respiración estaba siendo anulada por la preciosa y jadeante pelicastaña que tenía encima suyo.
Hanamaru:-¡Ahhh!-. (El gemido de Hanamaru fu escuchado por toda la habitación, soltó el cuello y Dia y fue entonces, ambas ya se habían corrido).
Dia sentía espasmos en su vientre, haciendo que su miembro soltará todo su semen dentro de Hanamaru, quién estaba igual que ella.
Y volvió a ver aquella preciosa y sublime imagen de Hanamaru. Y sin pensar más, dijo:
Dia:-Preciosa, necesito un favor-.
Continuará..........
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365 días de sadomasoquismo- (DiaMaru)
Romance-Meteré mi polla en tu hermoso ano, sentirás dolor y placer en tu cuerpo, gritaras por más, Hanamaru Kunikida-. Créditos a Minkiyomi- Gracias por darme el permiso de adaptar la historia. Las imágenes que se usaran aquí tampoco me pertenecen, crédito...