Ep 11: 3/3

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Nico:-¿De verdad eres la prometida de mi hija?-. (La mujer chilló con emoción. Mientras sonreía hacia Hanamaru, quién mantenía una sonrisa suave).

Hanamaru:-Sí, señora Kurosawa-. (Afirmó, ganándose un chillido de emoción de la mujer).

Nico:-Yah, ¿Por qué no nos dijiste antes sobre tu compromiso con esta cosita hermosa?-. (La señora Kurosawa le apretó suavemente la mejilla a Hanamaru, quién sonrió y se sonrojo un poco).

Dia:-Porque te ibas a poner como loca y no ibas a dejarme escapar de esta reunión-. (Contesta Dia, mirando sutilmente a Hanamaru, quién le sonrió de lado).

Nico:-Y no lograste escapar, tu madre hizo bien en amenazarte con quítate la empresa, ¿verdad cielo?-. La mujer tomo la mano de su esposa, quién estaba encabezando aquella mesa y comía en silencio el filete junto a sus vegetales).-Creo que usaré ese plan más veces-. (La señora Kurosawa rio y Dia sólo rodo los ojos y corto su carne que estaba en el plato).- Por cierto Mari, ¿y tu esposa?-. (Ante aquella pregunta, Dia detuvo sus movimientos y apretó los cubiertos).

Mari:-Kanan está en la oficina, y la pequeña Sumire, está en la guardería-. (Sonrió, mirando a la pelirroja, quién asintió en compresión).

La mesa se quedó en silencio en algunos minutos, en dónde sólo se escuchaban el choque de cubiertos con el cristal de los platos. Hanamaru comía bajo la mirada de Dia, quién no lograba perder ningún detalle de sus movimientos.

Mientras que una tercera mirada, se posaba en ambas, primero en Dia, notando un brillo lleno de posesividad y crueldad, mientras que con Hanamaru, no era así, ella tenía una mirada llena de inocencia y miedo. Apretó sus labios, dejando marcar unos leves hoyuelos al costado de su boca y continuó comiendo como si nada.

Después de aquella comida basada en cortas platicas y alguno que otros silencio cómodo; se marcharon a la sala, dónde la señora Kurosawa pidió un té para charlar un momento más.

Hanamaru se encontraba sentada a lado de la madre de Dia, quién no paraba de decirle lo bonita que era y su parecido al de una muñeca de porcelana, mientras que Dia, estaba en la cocina, bebiendo un vaso de agua y justo, Mari Ohara entraba a está.

Mari:-Es muy bonita-. (Comenta de repente, haciendo que Dia bajara el vaso de vidrio y lo posará en la encimera, ni siquiera sabía si podría girar su cabeza y mirarla. Sentía odio y asco).

Dia:-Es mejor que tú-. (Ataca, haciendo sonreír a Mari).

Mari:-Me siento curiosa al respecto-. (Menciona tomando una manzana del cesto de frutas y admirándola, tratando de mantener su atención fuera de ella).-No siento que tengas al realmente con ella-. (Confiesa. Haciendo que Dia apretará el vaso de vidrio y sus nudillos se pusieron blancos).-Quiero decir, no la miras como...-. (Mari giró su cabeza y la miró con una pequeña sonrisa de lado).-Me mirabas a mí-.

Dia giró la cabeza, sintiendo todo el odio llegar a ella de repente, y cuando quiso gritarle todo lo que sentía por ella, un grito resonó por todo el lugar, siendo soltado desde la sala. Frunció su entrecejo preocupada y salió corriendo, dejando a Mari sola y con la palabra en la boca.

Corrió lo más rápido que pudo, hasta llegar a la sala, dónde se encontró con una Hanamaru tirada en el piso, pálida y desmayada. Su madre estaba de rodillas en el limpio piso, mientras trataba de hacerla despertar. Una preocupación extrema se acumuló en el pecho de Dia, haciéndola correr hacia Hanamaru y ponerse de rodillas, mirando con suma preocupación su rostro, el cual, mostraba marca de lágrimas secas.

Dia:-¿Qué le pasó?-. (Pregunta).

Nico:-R...Recibió una llamada y...Y empezó a llorar y d...Después, se desmayó-. (Su madre mantenía una expresión asustada).

Una llamada.

Dia busca rápidamente con una mirada el teléfono de Hanamaru, el cual estaba tirado por su pierna, lo tomó y lo reviso, notando una llamada en proceso, rápidamente se llevó el teléfono a la oreja y contesto.

Dia:-¿Quién habla?-.

-Hablamos de las instalaciones del asilo, le comentamos a la señorita Kunikida, que desgraciadamente y llenos de pena, le avisamos que su abuela, Noriko Kunikida, se arrojó desde la ventana de su habitación. Lo siento mucho, desgraciadamente falleció-.

Dia abrió lo ojos sorprendida y miró el rostro pálido de Hanamaru.

Y odia verla así...Tan enferma y triste.

Tan enferma y triste

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Continuará..........

365 días de sadomasoquismo- (DiaMaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora