-Meteré mi polla en tu hermoso ano, sentirás dolor y placer en tu cuerpo, gritaras por más, Hanamaru Kunikida-.
Créditos a Minkiyomi- Gracias por darme el permiso de adaptar la historia.
Las imágenes que se usaran aquí tampoco me pertenecen, crédito...
Kotori:-¿¡Que!? ¿¡te estás escuchando, idiota!? ¡lo que me pides es una atrocidad!-. (Gritó colérica la mujer, mientras miraba de manera sorprendida y temerosa a la chica que estaba frente suyo).
Umi:-Te juro que es lo mejor para ambas, somos muy jóvenes, tú apenas vas a acabar la universidad y yo, tomaré el puesto de la empresa de mi padre en unas semanas, definitivamente esto será contraproducente y lo sabes-. (Trato de convencer y mantener en tono suave, pero la chica frente a ella, no podía mantener el mismo tono de voz que el suyo).
Kotori:-¡No voy a abortar a mi bebé!-. (Gritó por última vez, dejando que sus lágrimas bajaran por sus mejillas e instintivamente, poso una mano en su vientre plano).-Quizás nos seamos lo que buscamos, al final, estas escogiendo un lado de la moneda y yo otro-. (La peliazul negó rápidamente con la cabeza, tratando de acercarse, pero la peligris retrocedió dos pasos, dándole a entender que quería mantener el espacio entre ellas).-Se feliz con tu estúpida empresa, no quiero volver a verte-.
Sin más, se dio media vuelta y camino hasta la parada, tomando un taxi rápidamente y dando la dirección. Mientras que la peliazul, procesaba la información; ella no abortaría, no permitiría interrumpir su embarazo y tendrá a su hijo o hija. Echó su cabello hacia atrás y bufó con molestia.
Miró en dirección contraria y noto una camioneta negra, la cual utilizaba su padre para ir a la empresa; sintió como su corazón dejaba de latir por unos instantes, los cuales se vieron interrumpidos por Kai, el asistente de su padre.
-Joven Sonoda, por favor-. (Señaló hacia la camioneta negra, la cual tenía la puerta trasera abierta, esperando su ingreso por esta. Tragó saliva pesadamente y camino decidida, sin mostrar nervios o miedo, manteniendo sus expresiones faciales controladas. Al llegar a la camioneta, subió sin dudar y tomo asiento enfrente de su padre, quién la miraba directamente).
Umi:-Padre-. (Hizo una leve inclinación con la cabeza, dándole respeto).
-Umi Sonoda, eres mi única hija y la próxima heredera a toda mi fortuna y empresas, sabes que siempre te he valorado como mi gran y perfecta hija, siempre has sido mi más grande orgullo y estoy seguro de que así seguirá siendo, ¿cierto?-. (Umi asintió, apretando sus labios en una fina línea y mirando a su padre un poco confundida).-Siempre obedeces mis órdenes sin quejarte, ni poner pretextos, y siempre será así, ¿cierto?-. (Las palabras que su padre había soltado, ya no le estaban dando una buena espina).
Umi:-¿Qué quieres decir, padre?-. (El hombre la miró con aburrimiento y la miró aún más, casi presionándola con la mirada).
-¿Cierto?-. (Umi tragó saliva y asintió, dándole la razón a su padre).-Habiendo aclarado esos puntos importantes, quería notificarte que tu boda con la señorita Kumiko está siendo organizada y será llevada a cabo el fin de semana, ve preparándote, hija-.
Umi:-P...Pero, padre...-.
-¿Vas a cuestionar mi decisión?-. (Umi parpadeo repetidas veces y rendida, negó con la cabeza).-Excelente-.
No sabía que era peor, si su boda con la irritante y molesta de Kumiko, el haber dejado ir a Kotori sin poder llegar a un acuerdo y haber terminado con ella o que su padre mandara sobre su vida como si fuera la suya.
Estaba harta.
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Tiempo actual...
Giraba la pluma entre sus dedos, mientras mantenía una sonrisa en sus labios y sus ojos puestos en su pequeña, quién había crecido y siendo una gran mujer hasta ahora. No podía dejar de mirar la fotografía que su asistente le dio, incluso había llorado al ver el gran y sorprendente parecido que tenía con su madre, Kotori.
Umi:-Mi pequeña, cometí el error de no escoger a tu madre y a ti, pero voy a enmendar mis errores y ahora podré escogerte a ti, sin que nadie me diga nada-.
