Kim NamJoon a un año de haber sufrido un accidente que casi le cuesta la vida está parado frente a un sinfín de personas que aman sus escritos. Esta vez no trae una historia que relata las anécdotas de alguien más o un viaje fascinante donde el prot...
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Min SuHa irrumpió en la habitación de NamJoon lo más silenciosamente posible y abrió la ventana corriendo un poco la cortina. La mañana estaba fresca y el sol radiante. Era una linda y tranquila mañana de primavera y desde el balcón del cuarto de NamJoon se podía ver la vegetación que rodeaba la casa de campo.
Los cerros que rodaban el lugar estaba bien verdes y florecidos, los pajarillos cantaban y revoloteaban en los bebederos y comederos que NamJoon había colocado hace un tiempo en los arboles que daban hacia el balcón.
—¿SuHa?— la voz de NamJoon la sacó de la pacifica contemplación del paisaje y entró a la habitación encontrándose al hombre corpulento acomodándose en la cama.
—Buenos días— hizo una reverencia —Desea su desayuno aqui o vamos a la cocina, el comedor o la terraza.
NamJoon se inclinó un poco para ver el clima desde su ventana, estaba soleado y fresco, le resultaban bastante agradables los días así.
—Afuera estaria bien— se descubrió las piernas y su semblante cambió pasando de una pequeña sonrisa al descontento total.
Ya no tenia sus yesos, ahora eran vendajes de compresión. Todas las mañanas sus piernas amanecían hinchadas, con mucho liquido acumulado y aún no se acostumbraba a que sangraran las heridas.
—Creo que esta mañana tendremos que hacer los masajes primero— tocó una de las piernas con el pulgar y el indice haciendo una leve presión —Traeré jugo de naranja natural para que no tenga mucha hambre— SuHa miró a NamJoon con amabilidad y él asintió buscando sus cojines para colocarlos bajo sus piernas haciendo que quedaran en alto.
SuHa llegó de vuelta con el jugo en un vaso con bombilla para NamJoon y se lo entregó, él se recostó y colocó un cojín tras su cabeza. Lo que venia ahora era algo molesto pero hace unos días, los masajes habían tenido otro efecto.
SuHa quitó las vendas de ambas piernas y limpió para colocar apósitos en las heridas casi curadas por completo y elevó la pierna con cuidado para acomodarla mejor hacia ella.
Tomó algo de crema con efecto frio y la esparció sobre la piel haciendo una leve presión hacia arriba en la circunferencia de la pierna de NamJoon hasta la rodilla. Masajeaba para que la circulación mejorara y las piernas se desinflamaran, las activaba para poder hacer los ejercicios posteriores.
NamJoon miraba las manos de SuHa alrededor de su pierna, la lubricación que tenia con el gel de efecto frio y el movimiento firme que ejercía contra ellas le daba un placer increíble. En su mente primitiva y erótica, las imágenes de su pierna siendo reemplazada por su pene iban y venían y le daban oleadas de placer que terminaban en una erección que debía cubrir con la manta que siempre estaba a su mano.
—¿Desea desayunar de inmediato?— SuHa limpió sus manos y lo miró con atención.
—Quisiera un tiempo a solas antes de salir del cuarto— NamJoon esperaba que su erección no se notara a través de la manta.
