𝟱% || 𝗣𝗘𝗧𝗘𝗥 𝗣𝗔𝗥𝗞𝗘𝗥

||TWENTY-THREE||

Leah's pov:

Observé una vez más a Peter antes de intentar comenzar una oración que seguramente no terminaría.

-Amm-

-Es coña, me da igual, chao! -dijo con un cambio repentino en su personalidad.

Aquello había sido bastante extraño. Quizás me lo podría haber esperado de Liz, pero de MJ? Casi ni hablaba con nadie, me había parecido extraño que tuviese sentido del humor, aunque seguramente todos lo tengamos.

Salí de mi trance caminando hasta el baño de chicos, ya que eso era lo que ponía mi mensaje. Esperaba que nadie se hubiese dado cuenta, ya que podría meterme en un gran lío. Entré yo primero seguida de Peter, y me extrañó ver a Happy, en traje, en los baños de nuestro instituto. Sinceramente nunca me lo habría imaginado.

-Happy..¿qué haces aquí? -preguntó Peter, igual de extrañado que yo, pero con algo de miedo en su voz por si iban a regañarnos, aunque en verdad, no había motivo alguno, habíamos salvado la ciudad.

-Os debo una. No sé qué haría sin este trabajo, antes de conocer a Tony -comenzó, hasta que una cisterna lo interrumpió. Un chico con rasgos asiáticos y tez morena salió de uno de los baños, nos dedicó una mirada bastante incómoda y se dispuso a lavarse las manos con toda la paciencia del mundo mientras le observábamos.

Se frotó sus manos con agua, después con jabón, y luego con agua. Se me estaba haciendo eterno, parecía que hubiese tocado alguna bacteria.

¿Quién tardaba tanto en lavarse las manos?

Los científicos, pero ellos experimentan, no un crío de 14 años en un instituto.

Se secó las manos y tiró el papel a la papelera, para salir del baño no sin antes mirarnos otra vez de aquella misma forma. Lo único bueno era que no se había atrevido a preguntar, porque sin darme cuenta ya tenía los puños cerrados. Cerró la puerta y volvimos a la normalidad, aunque un poco tensos e incomodos, pero ahora podíamos hablar con mayor tranquilidad.

-¿Cuánto llevas aquí? -pregunté yo, volviendo mi mente a la conversación.

-Lo suficientes para crear dudas. El jefe quiere veros.

-¿Está aquí? -preguntó Peter en un susurro.

Happy negó con la cabeza al instante.

-No, en el norte.

-¿En el norte? -pregunté yo, no me imaginaba que estuviese en un lugar tan remoto. Estaba asombrada, nunca había ido tan lejos. Y ahora quería vernos, osea que nos llevaría hasta allí.

-Si, venga vamos. -dijo sin ningún tipo de emoción, saliendo del baño y esperando a que le sigamos.

Peter y yo intercambiamos una mirada de emoción, aunque estábamos algo nerviosos por lo que nos pudiese decir, se notaba que no habíamos salido de Nueva York o sus afueras.

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El paisaje que podía observar por las ventanas era totalmente diferente a lo que me había imaginado. No dejaba de ser un sitio rural, lleno de arboles y plantas, pero ahora, había varias instalaciones a su alrededor. Varios edificios, pero el más grande, el más moderno y el que llamó mi atención fue el que llevaba la A de los Vengadores.

Era un edificio moderno, quizás no parecía muy grande desde fuera, pero estaba segura que sería como un castillo desde dentro. Y el nuevo logo brillaba tanto casi como la luz del Sol de aquel día.