||FOURTY-FOUR||

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Leah's pov:

—Chicos, estamos cerca. —nos avisó Happy, observando nuestro trabajo. —¿Cómo van los trajes?

—Ya casi están. —dije, mirando a ambos.

Peter me miró, como si quisiese decir algo, y después desvío la mirada a Happy, quién entrecerró los ojos unos segundos como si intentase comprender su lenguaje silencioso para después aclararse la garganta.

—Leah, ¿por qué no revisas un momento la cabina? Tengo que hablar una cosa rápida con Peter. —me indicó y yo asentí lentamente.

—C-cosas de chicos! —oí decir a Peter justo antes de entrar en la cabina.

Peter's pov:

Miré a Happy en cuanto ella no nos escuchaba, y saqué el collar del bolsillo. En aquel momento era la única persona en que podía confiar, y sabía que guardaría mi secreto algún tiempo.

—Si me llega a pasar algo, ¿podrías dárselo? —le pregunto, mostrando el collar con una mirada desesperada y nerviosa.

—Tú podrás volver y se lo darás tú mismo. —me reconfortó mientras guardaba la joya. —Puedes hacerlo, podéis hacerlo. Infórmame.

Suspiré, para después recitar, que parecía que estuviese memorizado, pero no era así.

—Es tecnología de la ilusión, tenemos que meternos dentro de ella y podremos anularla, buscándole a él. Él es un tío normal así que podremos recuperar a Edith.

—Sí, pero la última vez os atropello un tren.

—Casi. Y cierto, pero está vez —me quedé trabado— cómo lo explico..que tengo un sexto sentido.

—El cosquilleo. Pero a ti por lo menos no te funciona, ¿no?

—Sí que me funciona, bueno, no sé—

—Vale, no sabes si tienes el cosquilleo, pero Leah sí, ese es el plan. Voy a buscar a tus amigos y tú reactiva ese cosquilleo.

Se fue hacia la cabina mientras Leah volvía a su lugar, mientras observaba como el traje se hacía. Cada vez que tenía que hablar con alguien en privado, excluyendola, aunque lo odiaba, ella se mostraba más confundida. Y deseaba decírselo, la otra noche estuve a punto, pero con todo lo de Mysterio ni siquiera lo había pensado.

Miré de reojo por encima de su hombro su traje, que era exactamente como el mío a excepción de que el rojo era blanco. Por lo que sí mi traje era rojo y negro, el suyo era blanco y negro. Igualmente era una pasada.

No me di cuenta de que nuestros cuerpos estaban muy cerca, tanto que mi pecho rozaba con su espalda. Iba a abrazarla por detrás, pero Happy nos alertó de que íbamos a aterrizar, y tuve que volver a centrarme, cogiendo mi traje ya terminado.

𝟱% || 𝗣𝗘𝗧𝗘𝗥 𝗣𝗔𝗥𝗞𝗘𝗥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora