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"¿Ahora tengo tres novios?"
Me balanceé por las calles de mi ciudad, ya hacía varios días que había regresado del viaje de fin de curso.
Y por si alguien se lo planteaba, sí, Peter ahora era mi novio.
Sonaba extraño llamarle así, pues para mí siempre había sido un amigo. Y ahora justo me iba a reunir con él, no exactamente con Peter Parker, si no con Spider-Man.
Así que me balanceé por la ciudad, algunas personas en los edificios me veían y me llamaban, a lo que yo sólo sonreía y saludaba con la mano libre, ya que con la otra lanzaba las telarañas. Mi móvil vibró y con cuidado lo saqué, parándome en la azotea de un edificio para contestar.
pet 💘
*Foto*
Al abrir la foto ví a él balanceándose también, negué con la cabeza mientras sonreía y respondía "deja de sacarte fotos y no te choques, idiota"
Al instante me respondió con un "prefería cariño antes que idiota"
Rodé los ojos con una sonrisa mientras me guardaba el móvil en el traje nuevo, el blanco y negro que había hecho en la cabina del avión, pero lo había reparado de sus daños.
Bajé hasta una de las farolas, y desde ahí espere a Spider-Man, que no tardó en llegar, sólo unos segundos más tarde que yo. Sonreí al verle. Iba a decir algo cuando mi mirada fue hasta una de las grandes pantallas que había en la ciudad, en la que se mostraba a Mysterio.
Sí, Mysterio.
El mismo que nos había traicionado y ahora estaba muerto.
Era un vídeo de antes de morir.
—El verdadero..el verdadero nombre de Spider-Man es..¡Peter Parker! —dijo y en la pantalla se mostró una foto del castaño, la foto del instituto. Abrí mucho los ojos y miré a Peter, quién todavía contemplaba la pantalla. —¡Y... Spider-Girl es.. Leah Anderson!
Ahora era mi turno para aparecer en la gran pantalla, con una foto del instituto.
Nos acababa de fastidiar todo.
Peter se llevó las manos a la cabeza.
—¡No me jod—lo mandé callar para escuchar que decían las noticias.
—Ya lo han oído, amigos. Peter Parker y Leah Anderson, dos asesinos juveniles con una sed asesina... —no llegué a oír más ya que Peter me agarró de la mano, la gente se acumulaba debajo de la farola.
