Capítulo 16

569 154 545
                                    

He intentado llamar a Íker varias veces, pero no hay respuesta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

He intentado llamar a Íker varias veces, pero no hay respuesta. Tal vez le hayan asignado alguna misión arriesgada; de todos modos, tendré que confirmarlo pronto.

Decido marcar el número de Luli, que saqué del celular de Bella. No puedo creer que esta sea la primera vez que la llamo y sea por preocupación.

No me parece normal que haya desaparecido así. Hay algo en esta situación que no logro entender del todo, y eso es realmente frustrante.

En pocos minutos, llego a la dirección que me dio el idiota de Hugo.

Unos tipos se me acercan mientras camino.

—Por aquí—dice uno de ellos, así que decido seguirles el juego.
Hasta que llegamos al lugar mencionado.

Parece un club, con ese letrero en la entrada que dice que es solo para mayores. Al cruzar la puerta y caminar por el pasillo, la música ya empieza a resonar. Esto parece un bar privado, con luces rojas que crean una atmósfera especial. En el escenario, una mujer baila de manera sensual alrededor de un poste.

La imagen de Hugo con un par de chicas acariciándose se me queda grabada; él está ahí, disfrutando como si nada. Ese tipo... espero que nunca más se atreva a tocar a Luli con esas manos asquerosas. Al darse cuenta de que estoy allí, se levanta con su vaso de tequila y se planta justo frente a mí.

—Llegas tarde imbécil—dice mirándome con un cierto enfado.

—Tengo una buena razón al respecto

Él sonríe con una confianza descarada.

—Me pregunto, ¿qué tanto hiciste con Luli? Parece que olvidaste que tienes un trabajo que cumplir—me lanza una mirada llena de desdén.

—Solo le saqué información, ¿qué crees que iba a hacer? Y la verdad, no fue fácil conseguir lo que sé ahora.

—Al menos haces algo bien. Siéntate y sigue con lo que estabas diciendo, no me gustan las verdades a medias.

Ambos nos acomodamos al mismo tiempo. En ese instante, se acercan dos chicas para traernos unos tragos con hielo. Observo cómo mi compañero se lo toma de un trago y se le arruga la cara, mirándome con furia.

—Está fuerte, ¿y tú no vas a beber?

—No gracias, estoy mejor así.

—Qué orgulloso. ¿Acaso piensas que voy a drogarte sin ningún motivo?—saca una risita de burla.

Me sorprende que tenga tanta  paciencia ahora, porque de no ser así ya le habría partido la puta cara.

—Sigue hablando de Luli, ¿por qué te callaste?—su tono arrogante de nuevo.

—Bueno... Básicamente, pude saber lo que quería sin necesidad de hacer muchas preguntas, ya que en ese momento apareció el chico con el que sale a espaldas de ti. No disimularon al verme presente, algo que me sorprendió.

NO TE FÍES DE MÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora