«Estoy reflexionando sobre lo que le haría a esa loca si descubro que me está engañando. Y recuerdo lo que me dijo Ludmila... Cierro los ojos para intentar calmarme.»—¿Bro, estás bien? —Íker finalmente me trae de vuelta a la realidad. Les miro y me doy cuenta de que me observan con miedo, y no tengo idea de por qué.
—¿Todo bien? —les pregunto con tono neutral—. Nosotros estamos bien, ¿tú estás bien? —me pregunta Bella, aferrándose a las manos de Íker y mirándome con preocupación.
Reviso la ecuación que estaba resolviendo y pronto me doy cuenta de que he arruinado todo por la ira, solo con imaginar a Luli con otro. Observo mis manos manchadas con tinta roja, como pecas de sangre sobre mi piel. Echo un vistazo a mis compañeros espectadores.
—El baño, por favor —evito su pregunta, frustrado por el desastre que he causado en solo unos minutos sin darme cuenta.
—A la izquierda —responde Bella mientras se acomoda en los brazos de Íker. Los dejo en su mundo y me dirijo al baño.
Miro mi reflejo y trato de calmarme. ¿Qué demonios me está pasando? Esa niñata realmente sabe cómo sacar lo peor de mí—. Me cago en todo —murmuro mientras me lavo las manos. Justo cuando termino de quitarme toda la tinta, mi celular suena en uno de mis bolsillos.
El sensor electrónico se activa automáticamente cuando coloco mis manos en la salida de aire. Después de un momento, sostengo con cuidado el celular. Solo ver el nombre del demonio en mi pantalla me aumenta el estrés.
—Dime —es lo único que se me ocurre decir—. Encuéntrame en la dirección de la tarjeta que te dio Hugo, tienes media hora—Cuelga al instante. Agotado, salgo del baño.
Al regresar a la sala de estudio, me encuentro con la parejita besándose apasionadamente.
—Tengo que irme—Al escuchar escucharme, se separan de inmediato —. Bro, ¿tan pronto te vas? ¿Todo bien? —No puedo decirle que Saúl me llamó con Bella presente.
—Es una emergencia, nos vemos esta noche—. ¿Eso quiere decir que vendrás a verme competir? —su emoción es evidente —. No me lo perdería por nada del mundo—ambos sonreímos, mientras Bella nos mira con los ojos en blanco.
Salgo de allí apresurado.
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NO TE FÍES DE MÍ
RandomEl joven Idier se encontraba desesperado, con el corazón roto y una sed insaciable de justicia. Su hermano mayor, Idiomar, había sido víctima de una muerte misteriosa y sin explicación aparente. Por más que intentaba encontrar respuestas, todo era u...