Capítulo 27

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Hola, siento haber tardado mucho para mis verdaderos lectores, estaba esperando el día de mis cumpleaños para poder subir el siguiente capítulo.

Así que hoy 27 de febrero en mi día especial les dejo el siguiente capítulo de la novela.

Espero que lo disfruten, gracias, con cariño 💞Sheila🌺

El detective Alfredo se encontraba realizando las interrogaciones a los presuntos alumnos, empleando la técnica de la psicología inversa para extraer información

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El detective Alfredo se encontraba realizando las interrogaciones a los presuntos alumnos, empleando la técnica de la psicología inversa para extraer información.

Se había percatado de que los chicos que habían pasado anteriormente estaban atemorizados por algo y les resultaba difícil expresarlo. Tenía la sensación de que alguien los había presionado para silenciar lo que realmente estaba ocurriendo, y él, como un profesional competente, sabía cómo abordar esta situación con destreza.

—No te preocupes, estamos aquí para protegerte de cualquier amenaza. Piensa en mí como en un amigo; hablemos sin miedo. Lo que compartas conmigo será confidencial, nadie más tiene que enterarse de esta conversación. Te doy mi palabra —dice el oficial, utilizando su habilidad para conmover a la chica de cabello corto, quien se seca las lágrimas mientras se abre ante él.

Aplica esta estrategia para que su interlocutora, sin darse cuenta, revele lo que realmente desea saber.

—Me gustaba Idiomar; me decía que yo era la única que amaba. Tuvimos relaciones en varias ocasiones y creo que me enamoré de él.

—¿Eran pareja?

—No exactamente; él tenía novia y siempre me prometía que la dejaría, pero eso nunca ocurrió. No quería seguir en ese juego, así que decidí terminarlo, aunque lo amaba —responde, tomando nuevamente el pañuelo mientras las lágrimas vuelven a brotar.

—Lamento mucho lo que has vivido; siento haber mencionado ese tema. Pero era necesario, ¿entiendes a qué me refiero?

—No es necesario que se disculpe, señor detective. Desde hace tiempo necesitaba desahogarme. No suelo hablar de esto con mis amigas, así que compartirlo con usted ha sido un poco más fácil; siento un gran alivio al hacerlo de una vez.

—Me alegra escuchar eso. ¿Cómo te sientes ahora?

—Mucho mejor —sonríe.

—Perfecto, Sara. Solo tengo una última pregunta y podrás irte. Espero que no te incomode.

NO TE FÍES DE MÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora