Ambos pilotos están dentro de sus autos, con la vista fija en el horizonte. Íker asoma la cabeza por la ventanilla y el tipo le lanza un gesto amenazante, señalando que no le irá bien. Él lo ignora y le dedica una sonrisa a su rival.—¿LISTOS? ¡YA!
Al recibir la señal, los coches se lanzan a toda velocidad. Íker se concentra en la carretera llena de curvas, consciente de que enfrentarán trampas ocultas como explosivos, pinchazos en las llantas y otros trucos peligrosos, todo para demostrar sus habilidades en esas difíciles rutas. Apenas han comenzado y ya se siente una tensión palpable en el ambiente.
Bella observa la carrera con los nervios a flor de piel y no tarda en morderse las uñas. El estruendo de la multitud la desorienta, así que decide alejarse del circuito, respirando con dificultad por la presión del momento.
«Esto no me gusta nada»
Sus nervios son tan intensos que intenta calmarse con algún remedio, pero justo entonces su celular interrumpe su pensamiento. Sin mirar el número, contesta.
—¡Hola Bella! Soy Armando. Quería saber si Luli está contigo ahora mismo— Al escuchar eso, su preocupación crece. No comprende lo que está ocurriendo y el hecho de que el padre de su mejor amiga la llame ya le parece extraño.
—Bella—la voz de Armando la saca de su ensimismamiento—. Sí, está conmigo, no te preocupes —responde rápidamente.
—Entonces pásamela—Bella se horroriza por haber soltado esa mentira tan rápida. Su única meta ahora es proteger a su mejor amiga.
—Ella no puede atenderte en este momento, disculpa. Está indispuesta y necesita compañía femenina porque no puede manejar el tema del período sola.
—Te agradezco Bella, aunque no me pareció correcto que se fuera a tu casa justo al llegar a la ciudad. Pero como está contigo me quedo más tranquilo. Les dejo con sus cosas de jovencitas. Saluda a tus padres de mi parte y buenas noches.
Al darse cuenta de que ha colgado, siente un gran alivio. Ahora no comprende cómo es posible que Luli ya esté en Brinea sin avisarle. Molesta, le llama, pero lamentablemente no obtiene la respuesta que esperaba. Se pone a pensar en dónde podría estar hasta que le viene a la mente el nombre de Idier. En un instante busca su contacto y, para su suerte, el teléfono suena; ella, irritada, espera que conteste.
Mientras tanto, Luli e Idier están en medio de una conversación, ella acurrucada en sus brazos y muy cómoda, hasta que el celular les interrumpe. Idier se asoma para ver quién está llamando en un momento tan importante y se sorprende al ver el nombre de Bella en la pantalla. Luego mira a su novia.
—Es Bella. ¿Quieres que le conteste o que la ignore? Tú decides—. Puede ser importante; claro que debes contestar —dice Luli. Idier, un poco fastidiado, accede.
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NO TE FÍES DE MÍ
De TodoEl joven Idier se encontraba desesperado, con el corazón roto y una sed insaciable de justicia. Su hermano mayor, Idiomar, había sido víctima de una muerte misteriosa y sin explicación aparente. Por más que intentaba encontrar respuestas, todo era u...