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Le avergonzaba admitir que había avanzado más en sus encuentros con Kim, de lo que había avanzado en el caso de Yeong.

Jungkook no comprendió en qué momento pasó, quizás se debió a ese encuentro en donde él fue directamente a buscar al hombre sólo para comprobar si existía la posibilidad de continuar con lo que sea que tuvieran, cuando comprobó que la respuesta era afirmativa, lo demás simplemente pasó. Después de ese encuentro con Kim, se encontró con él en su celda la siguiente semana en donde tuvieron sexo de nuevo, esa misma semana tuvieron un segundo encuentro - algo totalmente extraño -, en donde él le hizo una mamada al moreno.

Mientras que sus primeros encuentros se basaban en un acuerdo que de alguna manera, le decía a Jungkook que toda esta situación con Kim tenía un sentido debido a que estaba haciendo algo en favor al caso de su amigo, esta vez no tenía una excusa. Decidió seguir con sus encuentros con Kim sólo por el placer que eso significaba, y es que él podía quejarse de muchas cosas sobre el hombre, como el hecho de que era un absoluto psicópata, un asesino y un criminal en pocas palabras… Pero en el sexo, bueno, ese era otro tema.

Para su sorpresa, Kim resultó siendo el mejor amante - si es que le podía llamar así - que ha tenido en toda su experiencia sexual. Esa es otra cosa que agregaría a la lista de “cosas que jamás admitiría a Kim Taehyung en voz alta porque es un jodido ególatra y se burlaría de mí toda la vida”.

Admitir que disfrutaba de sus encuentros sexuales con Kim, lo llevó a admitir otra cosa que le revolvía el interior cuando lo pensaba: podría haber desarrollado un pequeño gusto por el criminal. Una de las cosas más difíciles siempre es admitir que alguien empieza a gustarte, ya no sólo físicamente, sino emocionalmente, pero eso era aún peor cuando pensaba en el tipo de persona que era Kim. Un jodido criminal, de la prisión en la cual él trabaja.

Trató de negar este hecho por completo, y hacerse a la idea de que simplemente podría alejarse del moreno y olvidar cualquier tipo de sentimiento que hubiese podido desarrollar por él en tan poco tiempo, pero no pudo. Intentó pensar en salir con otros chicos que fueran completamente normales y - ojalá - sin ningún historial policial, pero simplemente no se sentía bien. Porque no era a ellos a quienes quería, la persona a la que quería ya tenía nombre. Y maldita sea, no podía sacarla de su cabeza.

Y justo en ese momento se encontró con esa persona, en el área trasera de la prisión, cuando este disfrutaba de su aire libre. Jungkook creía que esa era la primera vez que se encontraba con Kim para algo que no fuera sexo o recibir información de él. Deseó no pensar en eso, pero eran detalles que ahora empezaba a notar y le hacían sentir un calor en el pecho.

— Nunca te pregunté quién era tu guardia.

Kim dirigió sus ojos al hombre que se encontraba un tanto alejado de ellos, pero siempre con sus ojos enfocados en todos lados, haciendo su trabajo de guardia.

— Su nombre es Dae, no lo conocí demasiado pero es alguien confiable. Es primo de uno de mis mejores hombres, Min Yoongi.

— Se ve aterrador.

— Lo es.

Siguió caminando al lado del moreno y pensó en que no estaba acostumbrado a verlo con luz natural sobre sí mismo, pensó que lucía bien.

— Nunca te conté por qué Ojos tenía ese apodo.

— Quiero oír eso. Siempre me lo pregunté, de hecho.

— Realmente nadie sabe la historia real — Kim permaneció con sus manos tras su espalda y miró hacia arriba, probablemente recordando —, la opción más creíble dice que le sacó los ojos a un hombre sólo porque lo miró mal, después de eso estuvo un tiempo en prisión.

His Prisoner - VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora