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Tome un pantalón, una sudadera, unos tenis y una gorra, ropa de Kazutora.

Salí de la habitación sin intención de ser vista, hasta que escuché la voz de Kazutora.

- ¿vas a salir? -. Kazutora

- eh, si, voy donde una amiga -. Nomi

- ¿Necesitas dinero? -. Kazutora

- si, ¿podrías prestarme? -. Nomi

Mire como sacaba la cartera y me extendía 200$, los acepté.

- ¿a que hora regresas? -. Kazutora

- en unas 3 horas, creó -. Nomi

- bueno, cuídate -. Kazutora

Se acercó y me dio un abrazo, me sentí incómoda pero correspondi.

Salí de la casa después de unos segundos, agarre mi cabello, coloque la gorra y además lo cubrí con la capucha de la sudadera.

No quería toparme con Izana o con sus "soldados", por algo destruí mi celular, me había dado cuenta que Izana estaba enterado de la existencia de mi celular, así que le colocó un localizador.

- entonces nosotros

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- entonces nosotros...-. Izana

Los ojos del albino se clavaron en los pies de Ran, quien acababa de pasar a su lado.

- Ran, esos tacones, ¿de donde los sacaste? -. Izana

Claramente se dio cuenta del parecido con los tacones de su amada.

- los encontré aquí, en la sala de reuniones, ¿porqué? ¿Son tuyos? -. Ran

- no, espera, dijiste, ¿"en la sala"? -. Izana

- si, los encontramos aquí, solo que a Ran si le quedaron -. Rindou

- ella salió de la habitación...-. Izana

En ese instante Kakuchou entró en la sala.

- jefe, la señorita...-. Kakuchou

- ella, ¿es bajita y de cabello castaño? -. Shion

- si, ¿por qué? -. Izana

LA OVEJA NEGRA|| Tokyo Revengers Harem Donde viven las historias. Descúbrelo ahora