Cosas que hacemos ¿sin pensar?

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En un inicio solo fue un par de días, luego semanas, y pasado un par de meses ya habían muchas cosas que fueron cambiando, cosas como que la mitad del armario de la habitación temporal de Karen se reservaran dos cajones completos con ropa de su hermano mayor, o que Kenny comprara los víveres semanales de las comidas en casa de Butters, incluso el alfa instaló un botiquín extra con insumos de primero auxilios, exclusivos para el joven omega. 

Sin mencionar como la habitación de la niña pasó a tener una sola cama a una litera dividida entre una temática infantil y adolescente. 

Butters había comprado sabanas para ambos invitados, cada uno era diferente dependiendo del gusto y preferencia. 
También estaba la costumbre de revisar las extremidades del joven rubio y sanar heridas.

─¿Como te hiciste esta herida?

─Fue un descuido de un cliente, después de poner los vasos de café, el imbe... cof, el cliente se puso de pie repentinamente, golpeó la mesa e instintivamente intenté agarrarlo antes de que llegara al suelo, pero se salió la tapa y terminó quemándome la piel.

Leopold estaba limpiando, sanando y cubriendo la quemadura, no dejaba de fruncir el ceño, le molestaba mucho que Kenny llegase continuamente herido, lo único aceptable era que los Tweak actuaban de inmediato al tratar las lesiones, debido a que Tweek también era propenso a "accidentes". 

─Los omegas son tan.... frágiles─. A punto estuvo de decir que eran torpes.

No lo entendía, si eran tan delicados ¿por qué resultaban ser mas descuidados? Era por eso que los omegas necesitaban un alfa a su lado.

─¿Que tal tus nudillos? ─Leo sostuvo ambas manos con cuidado y acarició suavemente la piel de los nudillos y las palmas. ─Te están saliendo callos ¿usas guantes y vendas en el entrenamiento?

Kenny asintió en silencio, pero no explicó nada, no podía, se estaba aguantando un gemido que intentaba ahogar en su garganta.
Pese a ya ser un tiempo desde que Leopold trataba sus heridas, aún no podía acostumbrarse a la excitación que le generaba el roce delicado de su parte. Prefería guardarse estos momento en lo más oculto de su pervertida memoria para usarlo e imaginarse como sería ser tomado por el alfa. ¿Lo trataría así de suave o sería apasionado y brusco? 

 ─¿Te duele Kenny? ─Karen tiró suavemente de la parte baja de la remera del omega, lo miraba con preocupación.

─No, es un ligero malestar, no te preocupes, tu hermano será más cuidadoso, lo prometo.

Que mentira tan descarada, bueno, al principio sus heridas eran realmente por descuidos, sobre todo cuando estuvo deprimido por alejarse de Leopold, pero luego solo fueron por causa de terceros, sobre todo en el trabajo, y ahora..... era un sinvergüenza. 
La primera vez que Leo vio la herida expuesta a carne viva, se encargó inmediatamente a revisar toda la extensión de sus brazos, lo hizo con cuidado, casi rozando la piel como si temiera romperlo, más allá de si fue una actitud de autentica preocupación por el bienestar físico, Kenny desarrollo otro sentimiento, excitación. 

Era un placer culposo que le gustaba disfrutar -al menos tres veces a la semana-, si no podía tener las feromonas de Leo, tendría su toque sobre su piel. Así es como dejó que un par de accidentes ocurrieran más seguido, pero, tenía que ser controlados, no quería preocupar de sobremanera a Karen ni a Leo, o perder su trabajo por ser un idiota torpe, así que intentaba no provocar accidentes de forma tan obvia. De todas formas tenía una buena cuartada con Tweek, ambos eran propensos a accidentes y con las sesiones de boxeo, siendo aún un poco enclenque, solía terminar con dolores musculares o uno que otro hematoma -por las palizas que le daba el omega nervioso-. Y debido a eso, disfrutaba ir a los entrenamientos. 

Κοίτα με Άλφα |Mírame Alfa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora