Cap 12: Nuestros padres.🌈

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La familia había llegado a la casa de Lea, ahora mismo la pareja se encontraba conversando algunas cosas con ella, mientras comían algunas galletas que se encontraban en la mesita de centro.

—Lo que sufrieron sus hijas realmente es difícil de superar, yo creo que sí deberían considerar llevarlas a un psicólogo infantil.

—A veces los psicólogos no hacen bien su trabajo, lo digo por experiencia.–Contesto Kai algo cortante, Soobin al verlo con la mirada baja, le acarició la espalda en forma de apoyo.

Hueningkai cuando tenía 14 años sufrió de bullying por parte de chicos mayores que él, que se burlaban de él por su condición sexual, cuando sus padres se enteraron de eso, decidieron llevarlo a un psicólogo, pero le fué peor, ya que lo único que hizo fue crearle más inseguridades, haciéndole perder toda la confianza en sí mismo.
Lo bueno de esa historia fue que conoció a Soobin, un chico que era dos años mayor que él, iba en el mismo grado de sus bullyings, cuando los enfrentó ninguno se atrevió a volver a molestarlo, él le devolvió toda su confianza en sí mismo.

—Lo se Kai.–Suspiró.–Y entiendo lo difícil que es para ti confiar en los psicólogos...pero, también debes pensar en que no todos son malos, incluso yo puedo ayudarte a buscar a una buena psicóloga.

—Creo que estaría bien...

—Se que tienes miedo amor, pero es por el bien de nuestras hijas y si a nuestras pequeñas no les agrada la psicóloga que les tocó, podemos pedir que la cambien.-Explicaba Soobin para finalmente darle una sonrisa confiable.

—Está bien.–Suspiró.

Mientras los adultos conversaban, los pequeños jugaban en la habitación con sus peluches.

—¡¡Rawr!! ¡Soy un dragón y me las voy a comer!–Gritaba el pequeño Jun-ho acercando su peluche de dragón hacía los peluches de sus primas.

—¡No nos comas por favor!–Ahyun movia un peluche de perro que su primo le había prestado.

—¡Aaah tengo miedo! ¡No nos comas!–Arin movía su peluche de gato que su prima le había prestado.

—¡No teman! ¡Yo las salvaré!–Hablaba Eun-ji, hermana de Jun-ho, mientras en sus manos movia un peluche de dragón color morado.

Ambos hermanos empezaron a pelear con sus peluches hasta que él mayor dejó caer su peluche al suelo para que todos supieran que lo habían vencido.

—¡Oh no! ¡Me han vencido!

—¡Yeeei!–Gritaban las tres niñas emocionadas para luego reír a carcajadas.

La pequeña Arin bostezó, llamando la atención de sus primos.

—Arin-ah, ¿tienes sueño?–Preguntó Eun-ji, la pequeña asintió ante su pregunta.

—No dormí muy bien anoche.

—¿Por qué?

—Porque tengo muchas pesadillas.

—Yo también y estoy muy cansada...–Comentó la pequeña Ahyun haciendo un tierno puchero.

—¿Que pesadillas tienen?–Preguntó su primo con curiosidad.

—...Papá nos golpeaba...–Susurró Arin con angustia.

—¡¿Él tío Soobin?!-Preguntaron sus dos primos asustados.

—¡No! papá es muy bueno con nosotras, pero nuestro antigüo papá...

—Él era horrible...–Dijo Arin aguantando sus lágrimas.

—¿Le contaron al tío Kai sobre eso?

-Si...Pero aún da miedo, Él nos encerraba en una habitación oscura y nos golpeaba...–Explicaba Ahyun llorando.

—Tranquila, no volverá a pasar.–Dijo la pequeña eun-ji para luego abrazarla.

—Si yo hubiese sido hijo de ese hombre, ¡le hubiera pateado toda la cara!–Dijo Jun-ho enojado, su hermanita reía al escucharlo.

—¡Yo también le hubiese golpeado! No merecía tener tan buenas hijas.

—¡Es verdad! En cambio el tío Kai y el tío Soobin, si merecen tener dos buenas hijas, gracias a qué las adoptaron, tenemos dos primas favoritas.

—¿Enserio?...–Preguntó Arin con timidez.

—¡Si! ¡Ustedes son geniales!–Dijeron sus dos primos con una tierna sonrisa para después abrazarlas.

—Ustedes también son geniales.–Dijeron ambas gemelas correspondiendo el abrazo.

Después de esa tierna conversación, Hueningkai subió las escaleras con una bandeja en sus manos, que contenia cupcakes y vasos de leche con chocolate, pero al escuchar como los niños hablaban entre ellos decidió quedarse un rato detrás de la puerta a escuchar su conversación.

—¿Como se comporta el tío Soobin con ustedes?–Preguntó el niño, poniendo una almohada en el suelo para luego sentarse en ella.

—Papá es muy bueno con nosotras.

—Si, conmigo es muy amable, cuando estaba llorando él me abrazó, ¡Papá es el mejor!

Kai al escuchar a su pequeña Arin decir esas palabras no pudo evitar sonreír enternecido, sus dos hijas eran unos verdaderos angelitos.

—¿Enserio? Wooow, quisiera un papá así...–Dijo eun-ji mientras bajaba la mirada con tristeza.

—¿Que pasó con tu papá?–Preguntó la pequeña Arin con curiosidad.

—Papá y mamá discutieron una vez...Entonces se separaron.–Explicó su primo algo triste.—Pero mamá dice que está bien, a veces las parejas pelean y no se llevan bien.

—Papá y papi nunca pelean...-Comentó Ahyun.-Papi se enoja pero de broma.–Rió leve.

—Si, es divertido.

—Me alegro por ustedes.–Sonrió la pequeña eun-ji.

Después de escuchar esa pequeña charla, decidió entrar con la bandeja en sus manos, sorprendiendolos.

—¡Galletas!–Gritaron los niños emocionados.

Hueningkai dejó la bandeja encima de la mesita de centro que tenían sus sobrinos para luego mirarlos.

—¿Y ustedes? ¿Que estaban haciendo?

—Hablando sobre nuestros padres.–Respondió Ahyun.

—¿y que dijeron sobre mi?

—Cosas malas.–Respondieron ambas niñas bromeando.

—Oh, ¿enserio?–Fingió tristeza.
—Bueno...En ese caso...Ya no irán a la escuela de sus primos.

—¡¿Que?! ¡Papi! ¡Era broma!-Gritaron ambas gemelas arrepintiendose, el rubio al verlas rió un poco.

—Estoy bromeando, Ya está decidido, Irán a la escuela junto a sus primos.

—¡Siii!–Gritaron los cuatro niños emocionados por la noticia.

Horas después, ya era de noche, la familia Choi-Huening se encontraba en casa, los dos mayores ya habían acostado a sus pequeñas, las cuales se quedaron dormidas inmediatamente por lo cansadas que estaban, después de un día lleno de juegos con sus primitos.

—Las pequeñas no nos han llamado, parece que no han tenido pesadillas.

—Si, parece que les hizo bien ir a ver a sus primos.

—Es verdad...Ahora estoy más tranquilo.

—Hueningie, ¿Puedo besarte? Hoy te veías tan hermoso, solo por las niñas me resistí a besarte.

—Eres tan coqueto.-Rió un poco sintiendo como se sonrojaba.
—Ahora ya no tienes que resistirte, las niñas están dormidas.–Susurró con un tono de voz más juguetón.

Soobin lo miró a los ojos por unos segundos admirando toda su belleza, para luego bajar su mirada a esos lindos labios que él rubio tenía, tan deliciosos que no quería dejar de consumirlos, sin dudarlo, cortó la pequeña distancia que tenía con su pareja, acariciando su cintura, logrando intensificar el beso.

—Me encanta saber que eres todo mío.

Our Lovely family💕/SookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora