𝟎𝟎𝟓

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Presente.

Nico.

Me levante porque alguien me estaba sacudiendo, trate de evitarlo tomando las mantas y tapándome por completo, no me preocupe por Alice ya que ella era la que me estaba despertando.

—Nico, debes organizarte para irnos.

—Cinco minutos más.—Dije quitándome las cobijas un microsegundo, la veo a ella lista y me vuelvo a tapar.—Es muy temprano.

—Nico debemos estar a las 6 en el aeropuerto.—Soltó un bostezo sin poder evitarlo.—Son las 4:30 tenemos el tiempo contado.

Me volví a destapar la cara.

—También tienes sueños.

—Claro que tengo...pero podré dormir en el avión y en la sala de espera.

—¿Como dormirás en la sala de espera?—Dije sin abrir mis ojos, peor disfrutaba de las caricias que me daba en el pelo.

—Me recostare en el hombro de mi esposo y el me cuidara.

Abrí mis ojos con pesadez, pase mi mano por la cintura y la jale a mi, ella río y yo sin protestas la volví a meter en la cama.

—NICO, LLEGAREMOS TARDE.—Me grito pero se estaba riendo.

—Solo 5 minutos más...—le dije.

—Bien...solo si te pones el conjunto que combina con el mío.

No me parecía tan horrible el trato, después de todo era ropa negra

—Trato hecho

La abrace y volví a cerrar mis ojos.

***

Lo crean o no, Alice se quedó dormida conmigo, nos levantamos a las 5:10, por suerte yo no me demoro balándome y organizándome.

Cuando salí con mi conjunto que combina con el de ella, mi esposa revisaba su teléfono, cuando escuchó que cerré la puerta del baño me dijo.

—Nos vemos adorables.

Se levantó y se acercó a mi y me tomó de la mano.

Se levantó y se acercó a mi y me tomó de la mano

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—Vámonos, desayunaremos algo en el aeropuerto.—Le dije, ella se iba a separar de mi pero la jale de su mano y le dejé un pequeño pico en los labios.

—¿Eso por que?—Me pregunto

—Desee hacerlo.

Ella rió con ternura.
Ella se colgó su bolso, donde irían nuestro celulares, pasaportes. Billetes de vuelo y la billetera de ella. Yo me colgué una mochila en donde estaban nuestros iPad, computadores y cables.

—¿Puedo saber por que enserio llevas dos maletas?—Le pregunté mientras tomaba sus dos maletas y la mía.

Comenzamos a salir del cuarto, ella cerró su puerta u me respondió.

𝒮ℯ𝓃̃ℴ𝓇ℯ𝓈 𝒟𝒾 𝒜𝓃𝑔ℯ𝓁ℴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora