𝟎𝟏𝟏

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Presente

Nico


No pude dormir en el vuelo, creo que porque es de día y no me quería separar de Alice. Ella dormía plácidamente en mi pecho y yo le acariciaba su cabello, su espalda y su cadera. No la quería dejar ir y mucho menos después de la semana que tuvimos.

Después de esa cena, los demás días que estuvimos en Chicago fueron mágicos, noches y amaneceres inolvidables, salidas a caminar tomados de la mano... Pero todo tiene un fin.

Aunque esto no durara mucho, yo en estos momentos no puedo pasar tanto tiempo separado de Alice, ella es mi aire para poder vivir.

Una azafata vino a decirnos que ya íbamos a aterrizar, asi que desperté a Alice besándola.

Vi cuando abrió sus hermoso ojos.

-¿Ya llegamos?-Pregunto.

Yo negué y le organice el cabello, mientras ella se estiraba yo colocaba la silla en la posición correcta.

-Ya vamos a aterrizar cariño.-Le dije y le abroche el cinturón y luego el mio.

Pudimos salir fácil del aeropuerto, no tuvimos problemas ni nada, no esperamos ningún chofer tomamos un taxi que nos dejo afuera de nuestro edificio.

-Señores Di Angelo, me alegra que regresaran a salvo.

-Nosotros también.-Dijo Alice.-Pero deseo ir a tomarme un baño.

-Vayan descansen señores.

En el ascensor traía a Alice abrazada y le besaba el hombro.

-¿Me puedo bañar contigo?

Ella me vio y mordió mi labio.

-Si te digo que no de todos modos te meterás a la tina conmigo.

Le di una nalgada que resonó en el ascensor, el que este viendo las camaras debe tener una fantastica imagen.

-Buena respuesta.

Dorotea no estaba, ella volvería mañana, le habíamos dado sus días libres se lo merece.

-Bueno estamos solos.-Dijo Alice viéndome, vi como se quito su camisa quedando con un top deportivo.- Hace tiempo no lo hacemos en el sofa.

Me quite la camisa y me desabroche el pantalón, y me arrodille ante Alice para hacerle un oral.

***

Habíamos llegado al campamento con Alice por viaje sombra, aun teníamos nuestra apariencia de adultos.

-Nos vemos en dos semanas supongo.-Me dijo.

-Vendré por ti mañana en la noche para que durmamos juntos, y el proximo día y así hasta que yo vuelva por completo... Y hablare con Will, le terminare y les diremos la verdad a todos y cuando nos rechacen tu y yo nos iremos a nuestra casa.

-Gracias, y nos vemos.

La tome de la cadera y la bese, logrando que los arboles nos cubrieran, nos separamos y ella se quito su anillo, volviendo a tener 15 años, ella me sonrio y se fue, mientras yo hacia lo mismo y volvía a mi hogar, solo que sin la señora Di Angelo

𝒮ℯ𝓃̃ℴ𝓇ℯ𝓈 𝒟𝒾 𝒜𝓃𝑔ℯ𝓁ℴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora