Al "conocer" a robleis pudo notar varias cosas.
Y digo "conocer" entre comillas porque ya lo conocía.
El azabache alzo una ceja.-¿Ya conocías a robleis?-pregunto algo desconcertado, pero no recibió respuesta.
Carre más confundido que Spreen repitió casi las mismas palabras que este.-che gafitas, ¿Ya conocías a Rob?
El hechicero simplemente rodo los ojos ante las preguntas, pero fingió una sonrisa y les contesto a la vez que se giraba hacia los argentinos.-oh, si, tal vez confundí los nombres o escuché mal y pensé que no era mi amigo, nada importante-dijo el de lentes, y Spreen solo bufo.
La verdad es que antes solo quería ser un "mal tercio" para incomodar a los dos chicos, pero su plan no había salido bien ya que se sentía una mierda.
Cada dolor en su corazón o cada sentimiento de vacío aparecía de la nada cuando los dos chicos hacían contacto visual, o simplemente convivían como amigos.
Esto de ser un "mal tercio" no le estaba gustando para nada. Lo único que quería hacer ahora era buscar cualquier excusa para irse a la mierda.
Pero simplemente ninguna oportunidad se daba, así que su plan B era pegarse un tiro.
La voz que reconocía perfectamente, la de Robleis lo saco de sus pensamientos.-o sea, ¿Me olvidaste?-dramatizo el de pelo oscuro y Juan simplemente bufo.
Esto le estaba saliendo muy mal.
-no te olvide, simplemente confundí los nombres, así que no te preocupes tronco de roble-se burlo el hechicero y Carre soltó una risita.
Robleis bufo algo frustrado, pero antes de decir algo Spreen lo interrumpió.-¿Para que querías que fuéramos con vos?
El argentino le respondió fácilmente.-porque quería ir a una mina que encontré ayer, no sé si Juan quiera i-
Fue interrumpido por el castaño antes de terminar la oración.-ah, creo que no podré ir-respondio sin pensarlo. Bueno, ya tenía una excusa para irse.
Un "oh..." De parte de Carre y robleis se escucho en la habitación, y a su punto de ver Spreen estaba feliz de que se fuera, pero el muy imbécil tuvo que abrir la boca.-¿Querés que te lleve a tu casa?-pregunto el azabache en un tono algo preocupado, y era obvio, hace unas horas estaba enfermo y apunto de "morir". O bueno, eso decía Juan.
El hechicero frunció el ceño sutilmente, pero el híbrido lo noto.-no gracias, se cuidarme solo-le respondió con una sonrisa no tan tranquila.
El argentino frunció el ceño y abrió la boca para decir algo, pero Carre lo interrumpió.-che maguito, ¿Seguro que no querés que te acompañe? Spreen me dijo que estás enferm-fue interrumpido por la voz no tan pacífica de Juan.
-que este enfermo no significa que no sepa cuidarme, ¿Sabes?-le respondió en un tono pasivo agresivo, y el de pijama simplemente hizo una mueca.
Robleis noto el enojo de Juan, así que no dudo en acercarse al oído de este.-¿Todo bien amigo?-El castaño no respondió, y eso inquieto más al de pelo oscuro.-juan, ¿Podemos hablar un rato afuera?
El hechicero asintió y robleis lo jalo del brazo haciendo que Carre y Spreen quedarán más extrañados ante el repentino movimiento.
El más alto alzo una ceja.-vos tenés algo, ¿Qué pasó?-pregunto, a la vez que paraba de arrastrar al Hechicero cuando estuvo lo suficiente lejos para que los demás no los escucharán.
Juan simplemente suspiro a la vez que relajaba sus músculos.-nada important-no pudo terminar la frase porque el de cabello oscuro lo interrumpió.
Este frunció el ceño a la vez que colocaba sus dos manos en los hombros del Hechicero.-¡No pensés que soy pelotudo! Se nota en como miras a Spreen y como te comportas. ¡Decime!-le grito, a la vez que agitaba al contrario de los hombros.
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┌ミ¿𝙌𝘶𝘦́ 𝙩𝘢𝘭 𝙪𝘯𝘢 𝙖𝘱𝘶𝘦𝘴𝘵𝘢?━𝙎𝘱𝘳𝙪𝘢𝘯
RomanceSipnosis: Juan, un Hechicero algo arrogante siente admiración por Spreen, quien de un momento a otro al parecer lo odia, es un arrogante narcisista a la vista del castaño. No quiere arriesgar su dignidad tan fácilmente, ¿Qué tal una apuesta? Por si...