15. Maldita serpiente

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Abrió los ojos, sintiendo como la luz que iluminaba la habitación lo cegaba. Parpadeo un par de veces para acostumbrarse a la luz de la habitación, y realmente eso le ayudo.

Cerro los ojos un par de segundos, ¿Acaso todo lo que pasó era un sueño? No lo dudaba la verdad, era muy probable. Puede que incluso haya sido alguna alucinación debido al alcohol que antes tomo.

Esperaba escuchar un "¡Estás vivo! No me jodas, me asustaste un chingo pendejo" de parte del Hechicero, pero no escucho ninguna voz, solo un inquietante silencio.

Se sentó tambaleándose, un dolor punzante en su cabeza apareció, pudo notar que estaba sentado en un sillón de cuero color negro, definitivamente no estaba en el santuario...

Volteo a la izquierda tratando de ser lo más despacio posible, no quería sufrir de mareos de nuevo.

El maldito color estaba presente en la habitación, era como una oficina, las paredes eran rojas. Volteo rápidamente hasta ver un escritorio, definitivamente esto era una oficina.

Se sentó tratando de mantener la calma, para luego agarrar su teléfono y buscar el contacto "Brujo loko". Pulso torpemente el chat, para luego escribirle a este.

«Ola, posiblemente estés en tu cita romántica, pero tengo q decirte algo»

«ME VOY A MORIR»

Apretó el botón con signo de micrófono, para luego hablarle a la pantalla que tenía en la mano.—Me emborrache, me puse la puta pulsera que dices que está encantada, y que por cierto, ahora mismo me está diciendo algo en idioma serpiente, ¡Me quiere asesinar!—dramatizo el azabache a la vez que miraba a la serpiente amarilla en su mano.

Está le siseo mostrando sus colmillos, estaba seguro que eso era una amenaza.—y supuestamente ahora estoy en Karmaland, acabo de ver a Luzu... No sé cómo coño salir de aquí—agrego en un tono de voz átona, para luego dejar de pulsar el micrófono.

Guardo el teléfono en su bolsillo, para luego voltear la mirada hacia una puerta de color negro, antes de dar algún paso hacia esta pudo escuchar un sonido, o mejor dicho, unos pasos...

Se encogió en el sillón, sintiendo como de nuevo, ese asqueroso dolor en su cabeza incrementaba debido a que sus músculos se pusieron tensos.

Miro atentamente la puerta esperando que alguien entrara, pero rogando que no fuera luzu, ¿Por qué coño el maldito aparecía cuando no estaba en sus cinco sentidos? ¿No pudo aparecer en otra ocasión?

Mordio fuertemente su labio inferior, pero para su mala suerte la persona que abrió la puerta tenía la vestimenta formal, y con los mismos colores del luzu de hace rato, era el maldito emo de los cojones.

Sintió de nuevo ese maldito mareo, pero está vez sintió un dolor en su corazón y un escalofrío pasar por toda su espalda, antes de poder decir algo el más alto hablo.—¿Por qué tanto ruido por aq-Hey, ya veo que te has despertado, ¿A qué viene tu visita por Karmaland?

Su voz era cálida como la recordaba, pero había algo diferente en su voz, era rara. Luzu nunca le había hablado así en su vida, ni siquiera cuando llegó a Karmaland.—¿Eh? ¿Luzu?

El castaño le asintió amablemente con una sonrisa extraña.—Exacto, ¿Con quién tengo el placer? Nunca he visto a alguien con este aspecto en la ciudad, ¿Eres nuevo?—le pregunto cómo si no lo conociera ya, pero bajando la mirada hacia la pulsera en la muñeca del contrario.

El azabache arqueo una ceja, tratando de entender el comportamiento raro del chico frente a el.—¿No me conoces?..—pregunto en un tono intrigado, y el castaño le negó con la cabeza.

┌ミ¿𝙌𝘶𝘦́ 𝙩𝘢𝘭 𝙪𝘯𝘢 𝙖𝘱𝘶𝘦𝘴𝘵𝘢?━𝙎𝘱𝘳𝙪𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora