Salió del portal como de costumbre, sintiendo la presencia de Spreen atrás de el quien recién salía del portal, sabía que este ya se estaba acostumbrando.
Volteo su cabeza para ver al híbrido, quien tenía su pelo despeinado y recién se lo estaba arreglando, ¿Por qué era tan lindo?
Antes de que pudiera decirle algo sintió como todo le daba vueltas, escucho la voz del híbrido pero era inaudibles para el, era como borroso. Dió un paso hacia atrás, o bueno, eso quería hacer, pero lo último que vio o escucho fue el grito de Spreen, quien al parecer se dió cuenta cuando Juan cayó en el césped.
┐✩┌
El profeta lo vio con ojos de cariño, extrañamente ojos de cariño.-mi casa es tu casa, hijo mio-termino la frase, causando que todas las personas a su alrededor empezarán a gritarle...
Recordó como había escuchado al profeta decir que tenía un hijo, ¿Cómo qué el era el hijo? Comenzó a sentir mareos, pero aun así se levantó de la banca de madera.
Comenzó a ver a todos lados, pero viendo a todas las personas borrosas, escuchaba varios insultos, pero uno lo hizo pararse en seco.
«mounstro»
Trato de hablar pero no podía, era como si aunque gritara ningún sonido saliera de su voz, camino de espaldas hasta chocar con un escalón de la zona del profeta, escuchaba a todas las personas, a todos sus amigos llamarlo traidor.
Grito con desespero, pero ningún sonido salió de su boca.-a-amigos...-por fin hablo, con la voz quebrada e incluso rasgada.-porfavor no... Ustedes no-susurro en un tono asustado, dió un paso hacia atrás pero lo único que sintió fue un vacío abrirse abajo de el.
Bajo la mirada y alcanzó a ver un portal de color verde brillante, grito desesperado para luego cerrar los ojos, esperando que esto fuera un maldito sueño.
Tal y como paso con rubí, sintió el frio suelo, pero este no era de su casa, si no de madera, volteo a todos lados y solo pudo ver una silueta de mujer.
Traía un vestido largo de color vino, su pelo era morado y pudo alcanzar a ver la piel de la chica.
Volteo a todos lados y pudo entender que estaba en una pequeña casa de madera, habían unas repisas con pociones y cada una tenía una etiqueta blanca, pero su atención se desvío a un bebé, tenía el pelo castaño y al parecer estaba jugando con una figura de un hechicero de madera...
¿Quien verga era? Le parecía tan familiar.
Volvio a ver a la bruja y está estaba con el bebé, por fin pudo ver la cara... Era Xena.
Aún en el piso retrocedió, pero al parecer la chica no lo podía ver, está traía una pulsera de serpiente, sus colores eran iguales a cuando encontró la pulsera...
¿Xena es la dueña de esa pulsera? Volteo a ver la misma pulsera y pudo ver cómo está de volvía a sus colores originales. Tartamudeo asustado, para luego voltear hacia la izquierda, dándose cuenta que estaba en la iglesia del pueblo.
Había una persona igual a el, tal vez podía ser alguna variante. Alcanzó a ver al profeta, escucho algunas palabras de parte del mismo Juan, pero eran inaudibles para el.
De repente, esa persona grito, mientras miraba al profeta con odio.-¡Gloriosum propositum!-grito con rabia, y una luz lo cego.
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┌ミ¿𝙌𝘶𝘦́ 𝙩𝘢𝘭 𝙪𝘯𝘢 𝙖𝘱𝘶𝘦𝘴𝘵𝘢?━𝙎𝘱𝘳𝙪𝘢𝘯
RomanceSipnosis: Juan, un Hechicero algo arrogante siente admiración por Spreen, quien de un momento a otro al parecer lo odia, es un arrogante narcisista a la vista del castaño. No quiere arriesgar su dignidad tan fácilmente, ¿Qué tal una apuesta? Por si...