— Esto es inaudito, ¿Nadie vió nada?
— No, mi Reina.
— Me siento insultada.
— Fortificaremos la seguridad en las fronteras. Quédese tranquila.
— No digas estupideces, eso es como portar armadura justo después de haber muerto.
— ¿Que?
— Cállate, esperaremos al próximo ataque, tendremos vigilancia por todos lados para atrapar al malnacido — Furiosa golpea la mesa, quemándola. — Mi consejero no va a morir en vano, y si es que sigue vivo, lo recuperaremos.
— Mi reina-.
— ¡Dios! Que alguien se lleve a este fastidio de aquí. — Diría haciéndose presión en la sien para hacer más llevadero el dolor de cabeza producido por el estrés — Ay como extraño a mi Bernardo... — Melancólica deseando que su antiguo consejero esté con ella, en vez de ese sustituto.
Emma, le habría tomado por sorpresa este ataque tan extraño e insospechable, por lo que pondría a la ciudad bajo mil ojos y establecería su castillo bajo la protección de uno de sus soldados de élite, Prometeo.
En las ciudades las gentes se sienten acosadas, guardias patrullan por los caminos, los únicos que pueden ir al baño en paz sin sentirse observados son los pueblerinos que viven en sus chozas alejadas de la ciudad principal y de Ignis, la capital.(Ignis: traducido del latín "Fuego", la capital del poder y del miedo).
— Madre, ¿qué es eso? — Un niño pueblerino señalando al cielo asombrado.
— Hijo, no-no lo sé, vete adentro y oremos que no sea nada malo. ¡Iván, Hay algo en el cielo! — Entre sollozos llama al padre de su hijo para que los proteja del extraño fenómeno.
— Eso es... ¡Debe ser Solkan, es Solkan! ¡El día ha llegado! ¡Nos llevará con él! — Diría el hombre emocionado y alegrado, con una sonrisa en su rostro y soltando risas.
La creencia de Dioses en los pueblos con poca relación con lo moderno es lo casual, conspiranoicos y duros creyentes. Los pueblerinos de Tamashi son fieles seguidores de Solkan.
— ¿Seguro que por aquí se esconde esa espada ultra poderosa? — Nando montado encima de Katupeku quien volaba. Infiltrados en el reino de Tamashi.
— Hermano, dijiste que confiabas en mí, ya es la tercera vez que preguntas lo mismo. Relájate.
— Está bien, confío, es que me siento observado por toda esa gente de allí abajo, nos señalan.
— Calma, no son guardias, son pobres diablos pensando que somos alguna deidad o algo parecido.
— Está anocheciendo, será mejor parar en algún lugar oculto y pasar la noche allí
— Ya era hora, volar también cansa sabes.
Así fue como Nando antes de seguir buscando a Balkan procuró hacerse fuerte entrenando y también emprendiendo una búsqueda de una legendaria espada de un antiguo Rey, clavada en las rocas de un castillo en ruinas. Se cree que la espada le da al portador una fuerza hercúlea y la facultad de inmolarse en luz para quemar a quien corte.
— Mamá... Se está alejando...
— Hijo, hemos sido abandonados, la tierra es el nuevo infierno. Lo siento.
— ...
Una realidad muy presente en Tamashi es la perdida de la esperanza, no solo por el ámbito de lo mítico, sino por las políticas de Emma, quien poco le interesa su gente, los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres, no es raro ver un muerto a la vuelta de la esquina. A la reina le interesa aumentar su poder y sus territorios para ser lo más parecido a una Diosa en la tierra, su meta, equipararse a las leyendas, pero se sabe bien que quien mucho abarca poco aprieta...
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LEYENDAS: VENGANZA Y ODIO
ActionEsta no es una historia de buenos y malos, sino una donde se evidencian los más profundos sentimientos de las personas, y ver como estos últimos los llevan a obrar de la manera más degradante y repulsiva. En una tierra donde los ecos del pasado danz...